¡ALERTA! sobre el uso indiscriminado de la FALACIA en el discurso gubernamental (PARTE 1/3)

Hoy, en el Paraguay, es necesario reflexionar sistemáticamente sobre el uso de la “FALACIA” en el discurso público, especialmente, para justificar medidas políticas que se contradicen con la trayectoria personal del que hoy ocupa el «cargo» o que no está de acuerdo con la «imagen corporativa partidaria» que se puso en la vitrina mediática durante la campaña electoral 2023. Igualmente es importante plantear en cuánto contribuye la rutinización de la “FALACIA” al afianzamiento de un modelo autocrático de copamiento de los tres poderes de la República.

Redactado por @MiradasPedagogicas.Py470_606 | 1-noviembre-2023

Conceptos Claves: Autocracia – Comunicación – Discurso – Falacia – Política

PRESENTACIÓN

Este ensayo surge luego de escuchar una entrevista radial con una funcionaria gubernamental que con buena dicción y simpatía se aferró a tres argumentos propios y siguió en la suya, como si nada pasara.

Los periodistas, que son de lo mejor que hay en Paraguay, intentaron razonar y evidenciar que, aunque sonaba bien lo que estaba diciendo la entrevistada, carecía de sustento y no era real, pero el coaching de marketing político funciona y esta persona se abroqueló en una serie de lugares comunes, citó a una antecesora supuestamente ilustre, sumó un par de estadística y, sutilmente, deslizó la idea de que sus acciones responden al «pueblo paraguayo teeté»[1] y no a los intereses de unos asuncenos «con papa en la boca»[2]. Ciertamente, la funcionaria se esmeró en agradecer cada pregunta, pero, insistió en que los entrevistadores «no entendían» el punto y en que los que la criticaban «tenían otras intenciones», espurias y sectarias, pero que ella estaba dialogando con todos y que «no hay problema». Esta funcionaria aprovechó cada pausa entre preguntas, para derivar el tema lejos de ella, mediante slogans como «pero eso es cosa de la administración anterior», «asi son los procedimientos institucionales que escapan a mi competencia», «la gente me dice otra cosa» y, desde luego, afloraron las ideas de «mandato popular», «causa nacional» y de que todo esto cuenta con el «liderazgo del presidente».

Ahora bien, esta entrevista resultó sumamente estimulante, porque, más allá de la funcionaria que protagonizó el hecho, se pudo notar una constante de la comunicación gubernamental actual: usan y abusan de la FALACIA.

A partir de esta «epifanía» asoma la idea de escribir algo al respecto, no como critica puntual al funcionariado público de turno, sino como alerta «democrático» sobre cómo, poco a poco, la rendición de cuenta pública o la explicación racional de la gestión gubernamental al ciudadano, está siendo reemplazada por una práctica milenaria, la de la “fallacia” [latín = argumento que parece válido, pero no lo es][3].

En consecuencia, considerando la trascendencia de este ¡ALERTA!, el presente ensayo propone cuatro bloques de reflexión. En un primer apartado se trabaja el sentido que tiene hablar sobre la falacia en el Paraguay; luego se exponen la razones, contextos e hipótesis en torno al abordaje que se quiere hacer de la falacia; en una tercera instancia se presenta «qué es», «cómo funciona» y «de qué forma reconocer» las FALACIAS; finalmente se propone una opinión fundada sobre cómo puede afectar esta especie de «cultura de la falacia» a la democracia paraguaya.

Una acotación de estilo para aclarar que este es un ejercicio de pensar y argumentar escribiendo, por lo tanto es una redacción dinámica, que no trata de «enseñar» o «divulgar», tampoco está escrito endogámicamente para los amigos de la “Torre de la Marfil”[4] o como un paper de especialista. Honestamente, es una sistematización de los apuntes de lectura surgidos luego de escuchar a aquella funcionaria gubernamental en la radio. Este ensayo representa notas que se han ordenado, referenciado y estructurado como los argumentos de un ciudadano paraguayo, docente en la Educación Media y en la Universidad Nacional de Asunción, que no quiere quedarse quieto, esperando que los intelectuales o, «un alguien» haga algo, por ejemplo, usar los medios académicos nacionales e internacionales para evidenciar consistentemente los altos niveles de falacia del discurso oficial actual que están afectando las bases conceptuales de la democracia paraguaya.

Por lo tanto, este pensar escribiendo, este ensayo, ofrece algunas hipótesis y síntesis, las cuales son compartidas con la esperanza de que los paraguayos y paraguayas, al tener una idea aproximada de lo que es una FALACIA, sumado a la acción personal de prestarle mayor atención a lo que dicen los que gobiernan el Paraguay y siendo un poco críticos, éstos podrán ejercer un control cívico de mayor calidad democrática sobre la “REALPOLITIK”[5] que viene aconteciendo en el Paraguay actual.

1. El sentido de este ¡ALERTA FALACIA!

1.1. La mirada centrada en la comunicación y el marketing político

Una buena oratoria y un discurso con claridad de ideas, son fundamentales para que las personas entiendan nuestras propuestas, recuerden nuestros mensajes y decidan darnos su voto[6] afirmaba Virginia García Beaudoux, el 7 de diciembre de 2017 en la Jornada de la Escuela de Formación Política para Mujeres Líderes del Paraguay.

Hoy, este «principio», expuesto por García Beaudoux, es muy trabajado por los consultores de comunicación y marketing político, con la clara intención de que sus contratantes «ganen las elecciones» o «mantengan el apoyo popular en su gestión»[7]; pero, por otra parte, más allá de este principio y del trabajo profesional de coaching político, no queda claro si sus asesorados realmente esperan comunicar con claridad qué van a hacer una vez que lleguen al poder.

1.2. La mirada centrada en el mayor interés del ciudadano

Ahora bien, mirando más allá de los objetivos profesionales del “Political Marketing Consultant”[8], se puede constatar que este «principio de claridad de discurso» responde al interés de todo ciudadano que desea estar debidamente informado para participar de la vida democrática de su país. Este «principio», cuando está centrado en el mayor interés del ciudadano, implica que los responsables de la gestión gubernamental, están obligados a ser claros y consistentes cuando explican una política pública, rinden cuentas de su gestión o quieren comunicarse con el pueblo[9]; ya sea oficialmente desde las plataformas institucionales del Estado, mediáticamente a través de la prensa o socialmente por medio de las redes[10]. Comunicación que, siempre, sin importar el canal, debe ser transparente, consistente, concreta, fundamentada, accesible y respetuosa[11]; sólo así se les garantiza a los paraguayos y paraguayas las herramientas que aseguran su derecho a la comunicación, desde la cual se puede profundizar la participación y la vida democrática en el Paraguay[12].

1.3. Los acentos discursivos del año electoral paraguayo 2023

Ahora bien, a lo largo del año electoral paraguayo 2023, el «discurso político» da la impresión de estar más anclado en el paradigma de comunicación y marketing político rentado, que en procurar responder al principio de garantizar el derecho ciudadano a la comunicación respetuosa, amigable y de calidad democrática.

En otras palabras, en este momento, en el Paraguay, parece que la recomendación de la Dra. García Beaudoux de que “las personas entiendan nuestras propuestas, recuerden nuestros mensajes y decidan darnos su voto” se está aplicando, pero, en su sentido inverso ya que, ahora lo que parece buscarse es que la gente “NO entienda” que se están «pagando favores previos» a los aliados y «haciéndole pagar cuentas pasadas» a los adversarios; se busca que “NO recuerden” que las promesas de estar mejor era para «todos» y, no sólo para «algunos de nosotros» y que, así, «OLVIDEN» la razón del voto. En este cambio de acento, juega un papel importante la «FALACIA», como medio discursivo de una comunicación orientada a que la ciudadanía no entienda, no recuerde y no exija sus derechos[13].

1.4. El sentido del ¡ALERTA FALACIA! en el año electoral paraguayo 2023

Entonces, este breve ensayo está enfocado en la presunción de que el uso de la “falacia” en el discurso público, especialmente, para justificar medidas políticas que se contradicen con la trayectoria personal del que hoy ocupa el «cargo» o que no esta de acuerdo con la «imagen corporativa partidaria» que se vendió durante la campaña electoral.

Así, la hipótesis es que se usa la FALACIA para cubrir el creciente «nivel de incoherencia» con la construcción democrática que se espera del Estado y, simultáneamente, disimular el gradual crecimiento del «nivel de coherencia» con la implementación de un proyecto autocrático, con legitimación electoral, en el Paraguay.

En síntesis: el supuesto es que el uso impune de la FALACIA implica un riesgo de achicamiento del horizonte democrático y, concomitantemente, la ampliación de posibilidades para la materialización de una AUTOCRACIA de facto en el Paraguay.

1.5. Un par de puntualizaciones sobre el enfoque de este ensayo

Metodológicamente, el desarrollo de esta hipótesis no es una labor sencilla, porque lo fácil es suponer que este trabajo se va a centrar en la tarea de «atacar el discurso de un “X” del gobierno», pero esto sería más de lo mismo y, no contribuiría -en nada- al empoderamiento democrático de los paraguayos y paraguayas. Con tal motivo, el propósito de este ensayo es compartir una herramienta derivada de la «lógica aristotélica»[14], un sistema analítico que puede ser usado para monitorear «cuánto de falaz» es lo que está diciendo un funcionario gubernamental, por ejemplo, en un anuncio oficial, en una entrevista radial o en un programa político del fin de semana.

El trabajo con esta hipótesis quiere ir más allá de la individualidad de quién está frente al micrófono, porque, hoy, lo que ese sujeto dice y como lo dice, está coacheado profesionalmente [y cada vez se nota más] por asesores en comunicación y marketing político, respaldados por una gran inversión en tecnología de trolls e, incomprensiblemente, amparados por el silencio cómplice de actores sociales que, como intelectuales o especialistas, tendrían que estar «diciendo algo» sobre el fondo de los discursos y, así, se podría «hacer algo» razonable frente a la FALACIA.

Considerando todas estas variables y el contexto paraguayo actual, aquí la propuesta metodológica es abordar conceptualmente la hipótesis de las «falacias» en los contenidos de discurso de los funcionarios públicos. Esto se traduce en el ejercicio de responder a estas preguntas básicas: «qué es», «cómo funciona» y «de qué forma se pueden reconocer» las FALACIAS. Esta especie de «introducción mínima» puede ser usada como una herramienta ciudadana de «control de la calidad democrática» de lo que dice la gente del gobierno.

Antes cerrar este apartado, es oportuno hacer un reconocimiento social a la tarea de «análisis» de un limitado sector del periodismo, desde donde se «ayuda a pensar» las FALACIAS cuando se desnudan los intentos discursivos de encubrimiento de la corrupción, el prebendarismo y la prepotencia de ciertos grupos de poder[15]. También, cabe señalar la importancia de la aparición de nuevos sitios digitales de información abierta, como blogs y plataformas, los cuales no son masivos, pero, poco a poco, se están visibilizando como puntos de encuentro virtual para los ciudadanos y ciudadanas que buscan participar en la vida democrática del Paraguay, informándose autónomamente y, al mismo tiempo, desarrollando un canal para «reaccionar» críticamente ante las FALACIAS empleadas en la comunicación oficial de las autoridades estatales[16].

Finalmente, dicho en un castellano coloquial: “para que no te jodan, tratá de prestar atención a lo que te dicen los políticos» o «luego no te quejes si no te ocupaste a tiempo de verificar que lo que te dicen los representantes del pueblo es o no cierto». En otras palabras, este articulo invita a conocer un poco más sobre una forma de discurso que no contribuye al progreso de la democracia participativa y que es una de las formas más antiguas y usadas de «distracción autocrática»: la FALACIA, la cual tiende a aumentar cuando se quiere distraer a la ciudadanía, achicar el horizonte democrático y materializar una autocracia de facto[17].

Observación

Estos ítems integran la PARTE 1 de un breve ensayo que se divide en tres entregas sucesivas. El texto completo se encuentra, en formato PDF, en el apartado “Biblioteca” de este Blog.

INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS

Podés sumar tus preguntas y comentarios en la dirección de correo que se comparte a continuación, también, en el mismo E-mail, podés enviar algo de tu producción personal que quieras publicar en este Blog miradaspedagogicasparaguay@gmail.com


[1] “Pueblo Teeté”, expresión que se usa en el lenguaje cotidiano para referirse a la idea de “pueblo Pueblo”, de “paraguayidad”, de lo que representa lo verdaderamente “popular”.

[2] “Con papa en la boca”, expresión de uso coloquial asunceno para referirse a cómo habla un grupo que supone que ese modo de modular las expresiones orales les identifica con una especie de clase más moderna o “cool”.

[3] Diccionario Etimológico Castellano (Internet 28 octubre 2023). Etimología de Falacia. https://etimologias.dechile.net/?falacia

[4] “Torre de Marfil” expresión que se usa para referirse a personas o grupos que viven aisladas del mundo y que se ocupan solamente de la perfección de su vida y de su obra.

[5] “Realpolitik” es una palabra alemana empleada para denominar el comportamiento político que basa sus decisiones y acciones en la comprensión de las circunstancias y factores predominantes del contexto y hace lo que hace falta, más allá de las estructuras ideológicas partidarias, la teoría política o los parámetros éticos.

[6] Tribunal Superior de Justicia Electoral (Internet 7 diciembre 2017). Experta resalta importancia de una buena comunicación para influir en el electorado – https://tsje.gov.py/noticias/leer/7722-experta-resalta-importancia-de-una-buena-comunicacion-para-influir-en-el-electorado.html

[7] Cfr.: García Beaundoux, Virginia; D’Adamo, Orlando (2006). Comunicación política y campañas electorales. En: Revista POLIS, Vol. 2, Nº 2, pp. 81 – 111

[8] Cfr.: Davies, Philip John; Newman, Bruce (2006). Winning Elections with Political Marketing. Ed. Routledge

[9] Cfr.: Canel Crespo, María José (2006). Comunicación política. Una guía para su estudio y práctica. Ed. Tecnos

[10] Cfr.: Andrade Ruiz, Fernando. (2009). La Comunicación política como derecho y deber en democracia. En: Punto Cero, Vol. 14, Nº 18, pp. 7 – 14

[11] Cfr.: Restrepo-Echavarría, Néstor (2019). La comunicación política: un estudio multidisciplinar

desde las ciencias sociales. En: Correspondencia & Análisis, Nº 10, julio – diciembre, http://ojs.correspondenciasyanalisis.com/index.php/Journalcya/article/view/345/417

[12] Constitución Nacional del Paraguay (1992). Artículo 28 “Del Derecho a Informarse”. Ed. BACCN

[13] Cfr.: Bentham, Jeremy (1990). Falacias políticas. Ed. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales

[14] Cfr.: Copi, Irving; Cohen, Carl (2007). Introducción a la lógica. Capítulo 3 “Falacias” Ed. Limusa

[15] Cfr.: Fernández Barge, Xosé (2021). Un análisis crítico del uso de falacias y mecanismos de refuerzo y atenuación en el discurso de los líderes políticos españoles en debates televisivos. https://rodin.uca.es/handle/10498/28956?locale-attribute=es

[16] Cfr.: Contreras, Talia (2008). La Web participativa: Blogs, el Periodismo Ciudadano y la Democracia. En: Razón y Palabra, núm. 60, enero-febrero https://www.redalyc.org/pdf/1995/199520730022.pdf

[17] Cfr.: Lindberg, Staffan; Lührmann, Anna (2019). “A third wave of autocratizationishere: what is new about it?”. Democratization 2019, Vol. 26, Nº 7, pp. 1095-1113.

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