Conversaciones sobre educación laica: Ser laico, secular o seglar en la perspectiva teórica de Harari (Educación Laica – ARTICULO 1/10)

Diversos autores advierten sobre un creciente debilitamiento del modelo democrático de convivencia humana, citando como una de sus causas el avance de grupos confesionales de poder que quieren socavar al Estado laico, cooptando el discurso público-político, con la finalidad de lograr una primacía confesional excluyente, por ejemplo, en el ámbito de la escuela pública. Hoy, así como en el mundo, también, en Paraguay, es necesario volver a poner en valor el sentido de una educación laica para todos.

Redactado por @MiradasPedagogogicas.py540_201 | 9 noviembre 2023

Conceptos Claves: Educación laica – Escuela – Estado – Religión – Sociedad

Propuesta para reflexionar juntos

Queda claro que uno de los mayores debates actuales, a nivel mundial, gira en torno a los retrocesos del modelo democrático de convivencia humana y, en relación a este punto, hoy, se enfatiza la necesidad de volver a poner en valor al «Estado laico» ante los avances de grupos confesionales de poder que contribuyen a debilitar la democracia.

En el Paraguay, en estos momentos, también se constata este avance de los sectores confesionales hegemónicos sobre diversos ámbitos político-públicos de la república, principalmente, esta acometida se nota en los sectores de educación y primera infancia. Esta situación, ciertamente, pone en riesgo el modelo educativo laico sobre el cual se funda la escuela pública paraguaya, un modelo donde tanto la religión como la ciencia tienen su lugar en la generación de las condiciones para que las personas se formen, en pleno respeto a su individualidad y a sus Derechos.

Tomando como referencia a estas variables de época, la propuesta de este artículo -y nueve publicaciones más sobre esta temática- es comenzar un proceso de recuperación de autores y textos que puedan ayudar a comprender el sentido y actualidad de una propuesta de educación laica en el Paraguay, disipando intento de querer identificar el concepto de «educación laica», con formativos educativos agnósticos, ateos, escépticos o nihilistas, donde lo transcendente, la espiritualidad o la fe es desacreditado y hostigado.

Este proceso de recuperación del sentido de la «escuela pública laica» se hace mediante diez artículos que tienen una estructura muy simple. Inicialmente se hace una presentación del autor y su escrito, luego se ubica la obra en el contexto de la PEDAGOGÍA.py[1], seguidamente se transcribe literalmente el texto y, finalmente, se cierra con diez preguntas generadoras, la cuales tienen la intención de ayudar a pensar pedagógicamente las ideas del autor en relación a una escuela pública laica con identidad paraguaya.

Entonces el primer autor que se será trabajado es el conocido historiador Yuval Noah Harari, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, autor de los grandes éxitos editoriales «Sapiens, de animales a dioses», «Homo Deus, breve historia del mañana» y «21 lecciones para el Siglo XXI».

Harari 2023

Yuval Noah Harari, nació en Haifa, Israel, 1976, obtuvo su doctorado en historia en la Universidad de Oxford y, actualmente, es catedrático en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde todos comentan que, a pesar de que él no usa teléfono celular, es -sin embargo- uno de los intelectuales mejor informados y con mayor influencia en la comprensión de los grandes acontecimientos del mundo actual.

Así, en 2014, Harari, saltó a la fama con su bestseller internacional «Sapiens. De animales a dioses» [2], al cual siguió, en 2015, «Homo Deus. Breve historia del mañana»[3]. En el primer texto desarrolló una amplia mirada de la historia de la humanidad y, en el segundo volumen, se ocupó del futuro, no como ciencia ficción, sino como historia de «lo por venir». A estas dos obras sumó un texto sobre el mundo que está aconteciendo en los dos primeros decenios del tercer milenio de la humanidad, esta nueva publicación es del año 2018 y se titula «21 lecciones para el Siglo XXI» [4].

Este catedrático e investigador israelí, además de ser un reconocido autor, se ha hecho famoso por ser uno de los referentes intelectuales de personalidades como Bill Gates [fundador de Microsoft] o Mark Zuckerberg[5] y de algunos de los principales creativos de Silicon Valley [polo tecnológico de EE.UU. y el mundo]. Pero, esta popularidad entre los magnates del mundo digital, no le ha impedido a Harari, manifestar su pública inquietud sobre el rol de las de redes sociales, la IA y el control/vigilancia, en el debilitamiento de la democracia[6]. Igualmente, es uno de los pensadores contemporáneos que eleva su voz para advertir sobre los riesgos que conlleva la crisis de los partidos políticos y se pregunta ¿qué va a pasar cuando éstos dejen de ser considerados como las organizaciones que representan los intereses del pueblo llano en la búsqueda del bien común?

«Si los seres humanos somos animales que pueden ser hackeados y si tus preferencias y opiniones no reflejan tu libre albedrío, ¿qué sentido tiene la política?»[7]

Además, cuestionó el actual orden liberal de la economía de mercado, «orden» que, según él, no es más que una «ficción», es decir, no hay «autorregulación» o «derrame», sino «manipulación» de bienes y servicios para el beneficio de cada vez más pocos.

En esta misma línea, Harari, como residente de una de las regiones, políticamente, más «calientes» del mundo, se ha mostrado siempre como un crítico perspicaz de los gobiernos cooptados por facciones religiosas y, al mismo tiempo, es un inteligente defensor de los Estados laicos, en el cual él ve un medio democrático para garantizar que, por ejemplo, los musulmanes, judíos y cristianos puedan convivir solidariamente en la ancestral Jerusalén.

De acuerdo con esta postura intelectual y personal, Yuval Noah Harari desarrolla un abordaje teórico propio, el cual se expone en el Capítulo 14 “Laicismo” de su libro «21 lecciones para el Siglo XXI». En esta obra, básicamente se desarrolla la idea de que el laicismo no puede ser identificado con la negación de la espiritualidad humana, pero si con la idea del diálogo necesario entre fe y ciencia [Joseph Ratzinger][8], mediante el cual se evita confundir verdad con fe e, igualmente, refrendar que determinadas personas o grupos sean ungidos como los poseedores de la verdad absoluta.

En este mismo apartado de su libro, Harari, define al «laico» como una persona y un ciudadano o ciudadana comprometido con el ser humano, desde la compasión y la comprensión del sufrimiento, en este sentido firma “la gente secular se abstiene del homicidio no porque algún libro antiguo lo prohíba, sino porque matar inflige un sufrimiento inmenso a seres conscientes”; lo que explica su hipótesis de que es mejor identificar la motivación en la compasión que ser compasivo por obediencia divina. Pero, el laicismo, también, se encuentra con dilemas complejos y contexto diversos, al igual que las religiones, controversias a las que el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén denomina «sombra».

Dicho con otras palabras, Harari dice que no es indispensable ser un hombre o una mujer religioso para tener una conducta buena en la vida. Como académico e intelectual, él sostiene que el código moral laico es superior al confesional, porque hace a los cimientos de las instituciones democráticas, científicas, culturales y artísticas modernas, generando un compromiso mayor con algunos valores como la libertad, la igualdad, la verdad y la compasión.

Estos «valores mayores», según este intelectual israelí, encuentran su principio constitutivo en el Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia deberán comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

En síntesis, Harari, así como él llama la atención sobre los riesgos, para la democracia, de una tecnología desbocada o una idealización liberal del mercado, también se muestra crítico ante los retrocesos del Estado laico, para todos y todas, frente a los avances de grupos confesionales de poder, los cuales buscan ocupar una o varias sillas en el gabinete de gobierno, manejar sectores del Estado como, por ejemplo, la educación o la justicia, influir electoralmente o determinar las votaciones en el parlamento. En otras palabras, hoy hay que volver a plantearse el sentido del Estado laico y preguntarse sobre el sentido y consecuencias de los Estado, implícita o explícitamente, cooptados por grupos religiosos.

Paraguay 2023

A partir del año 2020, periodo de la postpandemia, el Paraguay asiste a un contexto emergente de cooptación confesional del discurso público-político, tanto a nivel de la sociedad civil, como en el ámbito gubernamental y parlamentario.

Aquí, es interesante detenerse un momento en el concepto de «cooptación confesional del discurso público».

El término «cooptación» tiene su origen conceptual en la sociología política y se refiere a una forma de copamiento de los espacios público-políticos, para favorecer intereses privados, identificados con el área de confort o la búsqueda de poder de un determinado segmento social, partido político o corporación económica, étnica o religiosa[9].

La «cooptación» de los espacios público-políticos, concretamente de los diferentes estamentos del Estado, no sólo encuentran su sentido en conseguir «beneficios económicos», sino que, también, procura asegurar la cohesión de la población hacia la corporación predominante o la estructura partidaria que gobierna [clientelismo] e, igualmente, dentro de los segmentos que se «reparten el poder», la «cooptación», se asegura la potestad de distribuir cargos, beneficios y dadivas a líderes y dirigentes [prebendarismo], con lo cual «se disciplina» y se evitan grietas intra-segmento dominante [fidelización][10]

Con referencia a la idea de «intra-segmento dominante», cabe aclarar que este espacio funciona como un «organismo», es decir, tiene diferentes partes vivas como, por ejemplo, un partido, grupos empresariales, un gremio de influencers o sitios en las redes sociales, un colectivo confesional, un conjunto de medios de comunicación o una multinacional. Pero, este «organismo» comparte un mismo ADN: pretenden cooptar al Estado porque asumen que la «autocracia», explícita o implícita, es su ideal de gobernanza[11].

Un segundo término al cual es necesario dedicarle algunas líneas conceptuales es la noción de «confesional», la cual no hace referencia a una religión o iglesia como tal, sino que es un adjetivo que indica la «adhesión», «adscripción» o «pertenencia» de sujetos concretos a una determinada creencia de carácter religioso. Dicho de otra forma, lo «confesional», aquí, se refiere a personas, grupos o instituciones que adhieren a una determinada cosmovisión basada en creencias religiosas, desde las cuales estos individuos interpretan la realidad y, simultáneamente, buscan que sus dogmas particulares prevalezcan por sobre cualquier otro criterio de realidad.

La idea de «discurso público-político» es un tercer concepto que tiene relevancia aquí, definido en el contexto de época actual, en el cual, cuando se usa el concepto de «discurso público-político» es para referirse a un fenómeno social, cultural y político basado en un ideario, en la praxis y el ethos de movimientos, organizaciones y partidos políticos, que tienen un alto grado de impacto en la sociedad, ya sea porque proponen satisfacer las necesidades básicas de la gente, porque reivindican determinados Derechos, porque convoca a la mayoría a congregarse en torno a una causa común o porque instalan en el imaginario colectivo un tema de su interés particular como si fuera por el mayor bien del pueblo[12].

Reunidos todos estos elementos conceptuales es posible tener un criterio consistente para afirmar que, hoy, movimientos, organizaciones y partidos políticos, vinculados a intereses confesionales están orientados a cooptar la mayor porción de poder posible dentro y fuera del Estado. Para ello se valen de las redes sociales, el lobby parlamentario y la movilización de ciertos segmentos del colectivo social, con estas acciones buscan orientar el discurso público-político en temas puntuales como el “Plan Nacional de la Niñez y la Adolescencia 2020-2024”[13], el “Plan Nacional de Transformación Educativa”[14], la designación del nuevo ministro de educación en agosto de 2023[15], la propuesta de derogación Convenio de Financiación entre la Unión Europea y Paraguay para el apoyo a la educación[16] o la conformación del Consejo Nacional de Educación Superior y la posible revisión de la Ley Nº 4995/13 de Educación Superior[17]. En todos estos casos, las contrapartidas del gobierno, representan posiciones confesionales, al amparo de un ropaje retórico nacionalista o conservador en el orden de «dios-patria-familia» [las minúsculas son adrede], posturas desde donde buscan cooptar el discurso público-político e imponer su particular creencia sobre «cómo se debe ordenar la realidad» en el Paraguay.

Una rápida relectura de los ejemplos dados, deja en claro que, en el Paraguay, es en el sector educativo donde parece sentirse más el impacto de esta “cooptación confesional del discurso público-político». Impacto que, incluso, podría llegar socavar los Derechos garantizados en el Artículo Nº 24 De la libertad religiosa y la ideología, Constitución Nacional del Paraguay, el cual establece que “Ninguna confesión tendrá carácter oficial”, también, en igual sentido, se ve afectado el Artículo Nº 25 De la expresión de la personalidad, en su segundo párrafo “Se garantiza el pluralismo ideológico”.

De la misma forma, se puede afirmar que con una «cooptación confesional del discurso público», en el ámbito del sistema educativo nacional, existe un alto riesgo de alterar el equilibro democrático establecido por el Artículo 74 Del derecho de aprender y de la libertad de enseñar, donde se determina que, todo ciudadano tiene “el derecho a la educación religiosa  y al pluralismo ideológico”; derecho que se vincula con lo expresado por el Artículo 82 Reconocimiento a la Iglesia Católica, cuando se “reconoce el protagonismo de la Iglesia católica en la formación histórica y cultural de la Nación”.

Estas referencias, demuestran que el Estado paraguayo, desde la Constitución Nacional, propone una convivencia democrática donde, como afirma Harari, ninguna confesión tiene el monopolio de toda la sabiduría y la bondad, lo que permite que los ciudadanos, como laicos, asuman sus deberes hacia su nación y valoren su identidad cultural, sin pensar que ese compromiso con el país deba estar sujeto o determinado por tal o cual confesión, ya que, sin que afecte la propia fe, al mismo tiempo, toda persona se puede ser un ser humano, ciudadano y sujeto de una sociedad en constante construcción.

Estas ideas son las que anima la reflexión de Yuval Noah Harari sobre el “laicismo”, en el Capítulo 14 de su libro «21 lecciones para el Siglo XXI» que, a continuación, se transcribe, cabiendo la aclaración de que las «negritas» no pertenecen al original, sino que pertenecen al redactor de este artículo.

Trascripción textual de una parte del Capítulo 14 de su libro «21 lecciones para el Siglo XXI» de Harari

Al final de este texto se encuentran 10 preguntas generadoras desde una perspectiva PEDAGOGÍA.py

CAPÍTULO 14 “Laicismo”Acepta tu sombra

¿Qué significa ser laico, secular o seglar?

La laicidad se define a veces como la negación de la religión y, por tanto, a las personas laicas se las caracteriza por lo que no creen y no hacen. Según esta definición, las personas seculares no creen en dioses ni en ángeles, no van a iglesias ni a templos y no realizan ritos ni rituales. De esta manera, el mundo laico parece vacío, nihilista y amoral: una caja vacía a la espera de ser llenada con algo.

Pocas personas adoptarían una identidad tan negativa. Quienes se profesan laicos consideran el laicismo o secularismo de una manera muy diferente. Para ellos, el secularismo es una visión del mundo muy positiva y activa, que se define por un código de valores coherente y no por oposición a esta o a aquella religión. En realidad, varias tradiciones religiosas comparten muchos de los valores laicos. A diferencia de algunas sectas que insisten en que tienen el monopolio de toda la sabiduría y la bondad, una de las principales características de las personas laicas es que no reclaman dicho monopolio. No creen que la moral y la sabiduría bajen de los cielos en un lugar y momento determinados. Más bien, la moral y la sabiduría son la herencia natural de todos los humanos. De ahí que sólo quepa esperar que al menos algunos valores surjan en las sociedades humanas por todo el mundo, y que sean comunes a musulmanes, cristianos, hindúes y ateos.

Los líderes religiosos suelen plantear a sus seguidores una elección rigurosa de esto o aquello: o bien eres musulmán, o bien no lo eres. Y si eres musulmán, debes rechazar las demás doctrinas. En cambio, las personas laicas están cómodas con identidades híbridas múltiples. En lo que concierne al laicismo, uno puede considerarse musulmán y continuar orando a Alá, comer comida halal y efectuar el haj a La Meca, pero también ser un buen miembro de la sociedad seglar, mientras se acepte el código ético seglar. Este código ético (que, de hecho, es aceptado por millones de musulmanes, cristianos e hindúes, así como por los ateos), consagra los valores de la verdad, la compasión, la igualdad, la libertad, el valor y la responsabilidad. Constituye los cimientos de las instituciones científicas y democráticas modernas.

Como todos los códigos éticos, el código laico es un ideal al que aspirar más que una realidad social. De la misma manera que las sociedades y las instituciones cristianas se desvían a menudo del ideal cristiano, también las sociedades e instituciones seculares suelen quedarse muy lejos del ideal secular. La Francia medieval era un reino que se autoproclamó cristiano, pero hizo incursiones en todo tipo de actividades no muy cristianas (y si no, que se lo pregunten al campesinado oprimido). La Francia moderna es un Estado que se autoproclamó laico, pero desde los días de Robespierre se ha tomado algunas libertades preocupantes respecto a la definición misma de libertad (y si no, que se lo pregunten a las mujeres). Esto no significa que las personas laicas (en Francia o en algún otro lugar) carezcan de una brújula moral o de compromiso ético. Simplemente significa que no es fácil vivir a la altura de un ideal.

El ideal laico

¿Qué es, pues, el ideal laico?

El compromiso secular más importante es con la VERDAD, que se basa en la observación y la evidencia y no en la simple fe.

Los seglares se esfuerzan para no confundir verdad con fe. Si tenemos una gran fe en algún relato, esto puede decirnos muchísimas cosas interesantes sobre nuestra psicología, sobre nuestra infancia y sobre nuestra estructura cerebral, pero no demuestra que el relato sea cierto. (A menudo se necesita una gran fe justo cuando el relato no es cierto.)

Además, los seglares no santifican ningún grupo, a ninguna persona ni ningún libro como si ellos, y solo ellos, fueran los únicos custodios de la verdad. En lugar de eso, las personas laicas santifican la verdad allá donde pueda revelarse: en antiguos huesos fosilizados, en imágenes de lejanas galaxias, en tablas de datos estadísticos o en los escritos de las diversas tradiciones humanas. Este compromiso con la verdad está en la base de la ciencia moderna, que ha permitido a la humanidad desintegrar el átomo, descifrar el genoma, seguir la huella de la evolución de la vida y comprender la historia de la humanidad misma.

El otro compromiso fundamental de las personas laicas es con la COMPASIÓN.

La ética laica se basa no en la obediencia de los edictos de este o aquel dios, sino en una profunda comprensión del sufrimiento. Por ejemplo, la gente secular se abstiene del homicidio no porque algún libro antiguo lo prohíba, sino porque matar inflige un sufrimiento inmenso a seres conscientes. Hay algo hondamente preocupante y peligroso en las personas que evitan matar solo porque «Dios así lo dice». Estas personas que están motivadas por la obediencia, no por la compasión, ¿qué harán si acaban creyendo que su Dios les ordena matar a herejes, a brujas, a adúlteros o a extranjeros?

Desde luego, en ausencia de mandamientos divinos absolutos la ética secular se enfrenta a veces a dilemas difíciles. ¿Qué ocurre cuando la misma acción daña a una persona, pero ayuda a otra? ¿Es ético gravar con impuestos elevados a los ricos con el fin de ayudar a los pobres? ¿Emprender una guerra sangrienta para derrocar a un dictador brutal? ¿Permitir la entrada de un número ilimitado de refugiados en nuestro país? Cuando las personas laicas se enfrentan a este tipo de dilemas, no preguntan: «¿Qué es lo que Dios ordena?».  En cambio, sopesan con cuidado los sentimientos de todas las partes concernidas, analizan una amplia gama de observaciones y posibilidades, y buscan una vía intermedia que cause tan poco daño como sea posible.

Considérense, por ejemplo, las actitudes en relación con la sexualidad. ¿Cómo deciden las personas laicas si respaldar u oponerse a la violación, a la homosexualidad, a la bestialidad y al incesto? Analizando los sentimientos. La violación es obviamente inmoral, no porque vulnere algún mandamiento divino, sino porque hace daño a personas. En cambio, una relación de amor entre dos hombres no daña a nadie, de modo que no hay razón para prohibirla.

¿Y qué hay de la bestialidad? He participado en numerosos debates privados y públicos sobre el matrimonio gay, y con demasiada frecuencia algún listillo pregunta: «Si el matrimonio entre dos hombres está bien, ¿por qué no permitir el matrimonio entre un hombre y una cabra?». Desde una perspectiva seglar, la respuesta es evidente. Las relaciones saludables requieren profundidad emocional, intelectual e incluso espiritual. Un matrimonio que carezca de esta profundidad hará que estemos frustrados, solos y atrofiados psicológicamente. Mientras que dos hombres pueden satisfacer sin duda las necesidades emocionales, intelectuales y espirituales mutuas, una relación con una cabra no puede. De modo que si se considera que el matrimonio es una institución dirigida a promover el bienestar humano, como hacen las personas laicas, ni se nos ocurriría plantear esta extraña pregunta. Solo las personas que ven el matrimonio como una especie de ritual milagroso podrían formularla.

Y entonces ¿qué hay de las relaciones entre un padre y su hija? Ambos son humanos, de manera que ¿qué hay de malo en ello? Bueno, numerosos estudios psicológicos han demostrado que tales relaciones causan un daño inmenso y por lo general irreparable en la chica. Además, reflejan e intensifican las tendencias destructivas en el progenitor. La evolución ha modelado la psique de los sapiens de tal forma que los vínculos románticos no se mezclan bien con los parentales. Por tanto, no es necesario acudir a Dios o a la Biblia para oponerse al incesto; solo hay que leer los estudios psicológicos relevantes.

Esta es la razón profunda de por qué las personas laicas aprecian la verdad científica: no con el fin de satisfacer su curiosidad, sino para saber cuál es la mejor manera de reducir el sufrimiento en el mundo. Sin la guía de los estudios científicos, nuestra compasión suele ser ciega.

Los compromisos hermanados con la verdad y la compasión resultan también en un compromiso con la IGUALDAD.

Aunque las opiniones difieren en lo que concierne a cuestiones de igualdad económica y política, las personas laicas sospechan en esencia de todas las jerarquías apriorísticas. El sufrimiento es el sufrimiento, da igual quién lo padezca; y el saber es el saber, con independencia de quién lo descubra. Es probable que dar un trato de favor a las experiencias o los descubrimientos de una nación, una clase o un género concretos nos haga insensibles e ignorantes. Las personas seglares están sin duda orgullosas del carácter único de su nación, su país y su cultura concretos, pero no confunden «carácter único» con «superioridad». De ahí que, aunque los laicos reconocen sus deberes especiales hacia su nación y su país, no piensan que sean exclusivos, y al mismo tiempo reconocen sus deberes hacia la humanidad como un todo.

No podemos buscar la verdad y la manera de acabar con el sufrimiento sin la LIBERTAD de pensar, investigar y experimentar.

De ahí que las personas laicas aprecien la libertad y eviten conceder autoridad suprema a ningún texto, institución o líder como jueces últimos de lo que es verdad y lo que está bien. Los humanos deberían conservar siempre la libertad de dudar, de volver a comprobar, de escuchar una segunda opinión, de escoger un camino distinto. Los laicos admiran a Galileo Galilei, que se atrevió a poner en cuestión que la Tierra se hallará en verdad inmóvil en el centro del universo; admiran a las masas de personas de a pie que asaltaron la Bastilla en 1789 y derrocaron el régimen despótico de Luis XVI, y admiran a Rosa Parks, que tuvo la valentía de sentarse en un asiento de autobús reservado únicamente a pasajeros blancos.

Se requiere mucha VALENTÍA para luchar contra los prejuicios y los regímenes opresivos, pero todavía se necesita más para admitir que no sabemos y aventurarnos en lo desconocido.

La educación laica nos enseña que si ignoramos algo, no deberíamos tener miedo de reconocerlo ni de buscar nueva información. Incluso si creemos que sabemos algo, no deberíamos tener miedo de dudar de nuestras opiniones y de volver a comprobarlo. Muchas personas temen lo desconocido y quieren respuestas claras para cada pregunta. El miedo a lo desconocido puede paralizarnos más que cualquier tirano. A lo largo de la historia, a la gente le ha preocupado el hecho de que si no depositábamos toda nuestra fe en algún conjunto de respuestas absolutas, la sociedad humana se desmoronaría. En realidad, la historia moderna ha demostrado que una sociedad de individuos valientes dispuestos a admitir la ignorancia y a plantear preguntas difíciles suele ser no solo más próspera, sino también más pacífica que las sociedades en que todos deben aceptar sin cuestionarla una única respuesta. Las personas que temen perder su verdad tienden a mostrarse más violentas que las personas que están acostumbradas a considerar el mundo desde distintos puntos de vista. Las cuestiones a las que no podemos responder suelen ser mucho mejores para nosotros que las respuestas que no podemos cuestionar.

Por último, las personas laicas valoran la RESPONSABILIDAD.

No creen en ningún poder superior que se encargue del mundo, castigue a los malos, recompense a los justos y nos proteja del hambre, la peste o la guerra. De ahí que nosotros, mortales de carne y hueso, hemos de aceptar la responsabilidad por lo que sea que hagamos o no hagamos. Si el mundo está lleno de desgracia, es nuestro deber encontrar soluciones. Los laicos se enorgullecen de los inmensos logros de las sociedades modernas, como los de curar epidemias, dar de comer a los hambrientos y llevar la paz a grandes regiones del mundo. No necesitamos atribuir a ningún protector divino estos logros: son el resultado de humanos que desarrollaron su propio saber y compasión. Pero, justo por la misma razón, debemos aceptar toda la responsabilidad por los crímenes y fracasos de la modernidad, desde los genocidios hasta la degradación ecológica. En lugar de rezar para que ocurran milagros, necesitamos preguntar qué podemos hacer nosotros para ayudar.

Estos son los principales valores del mundo laico. Como ya se ha indicado, ninguno de dichos valores es en exclusiva secular. Los judíos también valoran la verdad, los cristianos valoran la compasión, los musulmanes valoran la igualdad, los hindúes valoran la responsabilidad, etcétera. Las sociedades e instituciones laicas se complacen en reconocer estos vínculos y en recibir con los brazos abiertos a judíos, a cristianos, a musulmanes y a hindúes religiosos, siempre que cuando el código laico entre en conflicto con la doctrina religiosa, esta última ceda el paso. Por ejemplo, para ser aceptados en la sociedad laica, se espera que los judíos ortodoxos traten a los no judíos como sus iguales, que los cristianos eviten quemar a los herejes en la hoguera, que los musulmanes respeten la libertad de expresión y que los hindúes renuncien a la discriminación basada en las castas.

En cambio, no se espera que las personas religiosas renieguen de Dios ni abandonen sus ritos y rituales tradicionales. El mundo seglar juzga a la gente según su comportamiento y no sus vestidos ni ceremonias favoritos. Una persona puede seguir el código de vestir sectario más estrafalario y practicar las más extrañas ceremonias religiosas, pero comportarse mostrando un profundo compromiso hacia los valores laicos fundamentales. Hay muchísimos científicos judíos, ambientalistas cristianos, musulmanes feministas e hindúes activistas por los derechos humanos. Si son leales a la verdad científica, a la compasión, a la igualdad y a la libertad, son miembros de pleno derecho del mundo laico, y no hay en absoluto ninguna razón para pedirles que se quiten sus marmullas, sus cruces, sus hiyabs o sus tilakas.

Por razones parecidas, la educación laica no significa un adoctrinamiento negativo que enseñe a los niños a no creer en Dios y a no participar en ninguna ceremonia religiosa. Más bien, la educación laica enseña a los niños a distinguir la verdad de las creencias, a desarrollar la compasión hacia todos los seres que sufren, a apreciar la sabiduría y las experiencias de todos los moradores de la Tierra, a pensar libremente sin temer lo desconocido, y a ser responsable de sus actos y del mundo en su conjunto.

Reconocer la sombra

El laicismo no debe equipararse con el dogmatismo estalinista ni con los frutos amargos del imperialismo occidental y la industrialización desenfrenada. Pero tampoco puede eludir toda la responsabilidad respecto a estos. Los movimientos seculares y las instituciones científicas han hipnotizado a miles de millones de personas con promesas de perfeccionar a la humanidad y de utilizar la munificencia del planeta para beneficio de nuestra especie. Tales promesas han generado no solo plagas y hambrunas abrumadoras, sino también gulags y la fusión de los casquetes polares. Se podría argüir que todo eso es culpa de que la gente no entiende y distorsiona los ideales laicos fundamentales y los hechos ciertos de la ciencia. Y se tendría razón. Pero este es un problema común de todos los movimientos influyentes.

Por ejemplo, el cristianismo ha sido responsable de grandes crímenes como la Inquisición, las cruzadas, la opresión de culturas nativas en todo el mundo y el despoderamiento de las mujeres. Un cristiano podría ofenderse al oírlo y replicar que todos esos crímenes fueron el resultado de una interpretación totalmente equivocada del cristianismo. Jesús predicó solo el amor, y la Inquisición se basaba en una terrible distorsión de sus enseñanzas. Podemos comprender esta afirmación, pero sería un error dejar que el cristianismo quedara impune tan fácilmente. Los cristianos horrorizados por la Inquisición y las cruzadas no pueden lavarse las manos ante tales atrocidades; en cambio, deberían plantearse algunas preguntas muy duras. ¿De qué manera, exactamente, su «religión del amor» permitió que fuera distorsionada de tal modo, y no una vez, sino muchas? A los protestantes que intenten culpar de todo ello al fanatismo de los católicos se les puede recomendar que lean algún libro sobre el comportamiento de los colonos protestantes en Irlanda o Norteamérica. De manera similar, los marxistas pueden preguntarse qué había en los textos de Marx que allanó el camino hasta el gulag, los científicos deben considerar de qué modo el proyecto científico se prestó a desestabilizar el ecosistema global y los genetistas en particular deberían tomar nota de cómo los nazis secuestraron las teorías darwinistas.

Toda religión, toda ideología y toda fe tienen su sombra, y con independencia del credo que sigamos hemos de reconocer nuestra sombra y evitar el ingenuo consuelo de que «esto no puede pasarnos a nosotros». La ciencia laica cuenta al menos con una gran ventaja respecto a la mayoría de las religiones tradicionales: no le aterroriza su sombra, y en principio está dispuesta a admitir sus errores y sus puntos ciegos. Si uno cree en una verdad absoluta revelada por un poder trascendente, no puede permitirse admitir ningún error, porque eso anularía todo su relato. Pero si uno cree en una búsqueda de la verdad por parte de humanos falibles, admitir meteduras de pata es parte inherente del juego.

Esta es también la razón por la que los movimientos seculares no dogmáticos suelen hacer promesas bastante modestas. Conscientes de su imperfección, esperan generar pequeños cambios progresivos, aumentando el salario mínimo unos pocos dólares o reduciendo la mortalidad infantil en unos pocos puntos porcentuales. La marca de las ideologías dogmáticas es que debido a su excesiva confianza en sí mismas prometen lo imposible de forma rutinaria. Sus líderes hablan con demasiada libertad de «eternidad», «pureza» y «redención», como si al promulgar una determinada ley, construir un templo concreto o conquistar algún pedazo de territorio pudieran salvar a todo el mundo en un gesto grandioso.

A la hora de tomar las decisiones más importantes en la historia de la vida, yo personalmente confiaría más en quienes admitan su ignorancia que en los que proclamen su infalibilidad. Si alguien quiere que su religión, su ideología o su visión de la vida guíen el mundo, la primera pregunta que le haría sería: «¿Cuál es el mayor error que tu religión, tu ideología o tu visión de la vida ha cometido? ¿En qué se equivocaron?». Si no es capaz de contestarme algo serio, yo, al menos, no confiaría en él.

PREGUNTAS GENERADORAS SOBRE EL TEXTO DE HARARI

(1) ¿Se puede decir que una propuesta laica de Estado o escuela pública se caracteriza por impulsar una forma de gobierno o educación que impide creer en Dios o imposibilitar que cada persona profese libremente su religión?

(2) ¿El ser un docente laico está determinado por la adhesión a un código de valores coherentes y principios pedagógicos o por ser un opositor a toda religión?

(3) ¿Cómo se denomina a aquel colectivo social que se cree dueño del monopolio de los valores, las verdades y la sabiduría de una cultura, queriendo imponer que éstos sean la columna vertebral del curriculum escolar?

(4) Dentro del concepto de código de ética laico ¿cuáles son los valores que compartirían en la escuela pública musulmanes, judíos y cristianos?

(5) En una educación laica ¿qué implica el compromiso con la verdad de lo que se enseña en el aula?

(6) Desde una mirada antropológica laica ¿cuál es el criterio básico para establecer que una relación o vinculo humano es sano?

(7) ¿Cuál es la aplicación, en la evaluación del aprendizaje, del principio laico de libertad de dudar y volver a comprobar?

(8) En el enfoque de la educación laica ¿Por qué se valora al «maestro ignorante»?

(9) ¿Los valores seculares son exclusivos de la escuela pública laica o, también, pueden estar en instituciones confesionales cristianas, judías o musulmanes?

(10) Tomando la imagen de «sombra» de Harari ¿cuáles son las sombras que se ciernen sobre la educación paraguaya actual?

Observación

Este contenido integra el ARTICULO 1 de una serie de diez publicaciones sobre la temática «ESCUELA LAICA» en el contexto actual. El texto completo se encuentra, en formato PDF, en el apartado “Biblioteca” de este Blog.

INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS

Podés sumar tus preguntas y comentarios en la dirección de correo que se comparte a continuación, también, en el mismo E-mail, podés enviar algo de tu producción personal que quieras publicar en este Blog miradaspedagogicasparaguay@gmail.com


[1] PEDAGOGIA.py: categoría en construcción que hace referencia una herramienta de análisis e intervención de la realidad educativa nacional, a partir de las prácticas, experiencias y aprendizajes derivados de los procesos educativos que se desarrollan en el aula de las escuelas y universidades paraguayas.

[2] Harari, Yuval Noah (2015).  Sapiens. De animales a dioses: Breve historia de la humanidad. Ed. Debate

[3] Harari, Yuval Noah (2017).  Homo Deus. Breve historia del mañana. Ed. Debate

[4] Harari, Yuval Noah (2019).  21 Lecciones para el Siglo XXI. Ed. Debate

[5] Infobae (Internet 28 julio 2022). Yuval Noah Harari: quién es y qué piensa el historiador bestseller que admiran de Obama a Bill Gates https://www.infobae.com/leamos/2022/07/29/yuval-noah-harari-quien-es-y-que-piensa-el-historiador-bestseller-que-admiran-de-obama-a-bill-gates/

[6] BBC News Mundo (Internet 16 noviembre 2018). Yuval Noah Harari, el filósofo futurista que sin usar teléfono celular se ha convertido en el gurú involuntario de Silicon Valley. https://www.bbc.com/mundo/noticias-46203921

[7] The Guardian (Internet 14 septiembre 2018). Yuval Noah Harari: the myth of freedom. https://www.theguardian.com/books/2018/sep/14/yuval-noah-harari-the-new-threat-to-liberal-democracy

[8] Ratzinger, Joseph – Benedicto XVI (2011). Fe y ciencia. Un diálogo necesario. Ed. Sal Terrae

[9] Cfr.: Valenzuela Van Treek, Esteban; Yévenes Arévalo, Paolo (2015). Aproximación al concepto de cooptación política: la maquinaria presicrática y sus formas. En: Polis, Revista Latinoamericana, Vol.14, Nº 40, pp. 469 – 488

[10] Cfr.: Gandhi, Jennifer; Przeworski, Adam (2006). Cooperation, cooptation and rebellion under dictatorships. En: Economics & Politics. Vol. 18, Nº 1, march, pp. 1 – 26

[11] Cfr.: Wright Mills, Charles (1957). La élite del poder. Fondo de Cultura Económica

[12] Cfr.: Van Dijk, Teun (2013).  El discurso como estructura y proceso. Ed. Gedisa

[13] Diario la Nación (Internet 15 diciembre 2020). Grupos provida exigen renuncia de la ministra Teresa Martínez. https://www.lanacion.com.py/politica/2020/12/15/grupos-provida-exigen-renuncia-de-la-ministra-teresa-martinez/

[14] Diario ABC Color (Internet 11 noviembre 2022). Padres “provida” y “Profamilia” vuelven a marchar contra plan de transformación educativa https://www.abc.com.py/nacionales/2022/11/22/padres-provida-y-profamilia-vuelven-a-marchar-contra-plan-de-transformacion-educativa/

[15] Diario ABC Color (Internet 5 julio 2023). La reacción de los grupos “profamilia” a la designación de Luis Ramírez como ministro de Educación https://www.abc.com.py/nacionales/2023/07/05/la-reaccion-de-los-grupos-profamilia-a-la-designacion-de-luis-ramirez-como-ministro-de-educacion/

[16] RCC Noticias (Internet 4 noviembre 2023). Líderes evangélicos expresaron su posición ante planteamientos de Autoridades Nacionales https://rcc.com.py/nacionales/lideres-evangelicos-expresaron-su-posicion-ante-planteamientos-de-autoridades-nacionales/

[17] Diario ABC Color (Internet 10 octubre 2023). Cones: Aumenta crispación por intención del MEC de cambiar ley de Educación Superior  https://www.abc.com.py/nacionales/2023/10/10/cones-aumentan-crispaciones-por-intencion-del-mec-de-cambiar-ley-de-educacion-superior/

Aproximaciones al concepto de «autocracia» desde una perspectiva pedagógica (ARTICULO 1/3)
9 de noviembre de 2023
Homenaje a Emilia Ferreiro como referente de la alfabetización inicial en el proceso de reconstrucción de la PEDAGOGÍA.py
4 de noviembre de 2023
El nuevo asesor científico de la Presidencia de la República hace sus primeras declaraciones y se abre otro frente de polémica confesional religiosa (Educación Laica – ARTICULO 2/10)
18 de noviembre de 2023
6 Comments
  • Reply
    Robert
    19 de noviembre de 2023 at 10:17 am

    En la línea de nuestra sociedad paraguaya actual, yo creo que la reacción de los que se podrían incluir en el target de estos grupos de poder confesional de los que se habla en el artículo, podría ser que te digan: ¿Qué puede opinar sobre la escuela de nuestros hijos un tipo que está casado con otro tipo (Harari esta casado con Itzik Yahav? No creo que a ellos les interese discutir la educación laica, con la cual yo estoy de acuerdo, pero, ya te digo, ellos van a hacer marchas contra que se lean los libros de un gay dentro de un debate que tenga que ver con la educación paraguaya. Ese es el nivel de Paraguay hoy, pero yo voy a seguir leyendo estos artículos, porque me parece un tema válido.

  • Reply
    Claudia
    19 de noviembre de 2023 at 10:19 am

    Educativa y democráticamente la idea de una escuela pública laica es 100% válida, pero estos grupos religiosos de los que habla el artículo tienen mucho dinero y poder, le hacen la cabeza a la gente, lo cual no es muy complicado en el Paraguay hoy.
    Yo creo que el debate no se va a dar, esta gente lo va a impedir, usando su dinero, las redes y la debilidad de los políticos actuales, incluyendo al nuevo ministro de educación, que estuvo por Encarnación predicando sobre el amor.
    Copio una noticia que leí y que refleja lo que ellos quieren. Lo saqué de la BBC.

    “Las Escuelas Públicas del Condado de Collier en Florida, Estados Unidos, prohibieron más de 300 libros en sus bibliotecas escolares tras publicarse un largo listado que incluye una variedad de clásicos literarios, libros adaptados a películas y varios clásicos de Stephen King como «Carrie», «It» y «Las cuatro después de medianoche».
    «Aunque los que vetan libros son una minoría de la población, son una minoría vociferante… y bien organizada, decidida a imponer su voluntad en cada nivel del gobierno», opina el autor Jonathan Evison a BBC Culture”
    “La novela de Evison «Lawn Boy», que trata sobre un joven jardinero mexico-estadounidense que lucha por forjarse un espacio en el ambiente de clase trabajadora de Seattle, ocupa el séptimo lugar de la lista de los libros más prohibidos de ALA”
    «Ojos azules», de la Premio Nobel Toni Morrison, una historia sobre la llegada a la adultez que explora los efectos del racismo sobre la psiquis de una joven, ocupa el tercer lugar en la lista de ALA de libros más objetados”
    “La decisión de sacar de la circulación escolar esos libros se basa en la reglamentación HB 1069 de Florida, una ley que amplió la supervisión de la junta escolar de las colecciones de la biblioteca, amplió los mecanismos para impugnar libros, siempre que el contenido que «represente o describa una conducta sexual» sea un motivo válido para una impugnación y prohibición de instrucción sobre orientación sexual o identidad de género hasta el octavo grado”
    ¿Quién está detrás de las prohibiciones?
    “Las campañas de prohibición están operadas por grupos organizados como, por ejemplo, las «Moms for Liberty» (Madres por la Libertad), que impulsan la prohibición de libros en las escuelas; de los «Parents Defending Education” (Padres Defensores de la Educación), que intentan actuar contra «agendas dañinas» en las escuelas, o «No Left Turn in Education”(Sin Giro a la Izquierda en la Educación», que rechaza la educación de acuerdo a la teoría crítica de la raza, establecida en la década de 1970, para comprender y combatir el racismo sistémico y sus efectos en la sociedad. Alrededor de diez estados en Estados Unidos aprobaron leyes para ampliar el control de los padres sobre el contenido de las bibliotecas o restringir el acceso de los alumnos a ciertos contenidos”

    Por lo tanto el próximo objetivo de los pastores que reciben importantes fondos de los Estados Unidos va a ser impulsar una ley de este tipo y seguro que los católicos nos vamos a sumar. Así que, no creo que dejen que esta buenísima idea de discutir la EDUCACIÓN LAICA vaya muy lejos.

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    Omar
    19 de noviembre de 2023 at 10:21 am

    En nuestra Constitución Nacional no nos definimos como un Estado laico, porque no hace falta, pero es lo primero que van a decir los de las iglesias. Después, ni el presidente ni el ministro de educación creen en una Educación laica, todo el día andan diciendo que ellos son Dios, Patria y Familia. Desde hace dos periodos que los ministros parecen más predicadores que funcionarios del MEC. En resumen, Harari tiene razón y más en Paraguay, pero nadie le va a prestar atención.

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    Genny
    19 de noviembre de 2023 at 10:21 am

    Yo vivo en el Chaco y aquí hay gente de todas las religiones, muchos tienen sus escuelas privadas y hay escuelas públicas, pero a la gente le asusta eso de la educación laica, porque piensan que es cosa de ateos, gays o lesbianas y comunistas. Ahora que leo este articulo entiendo que nos es así y me interesa seguir informándome sobre este tema.

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    Ignacio
    19 de noviembre de 2023 at 10:22 am

    En este ambiente de conflicto que hoy se vive en el Paraguay, con un MEC que está dominado por ciertos grupos religiosos y un ministro que se pasa más tiempo en la tele o en la radio que en su ministerio, no creo que haya el más mínimo interés en discutir este tema de la educación laica. No lo van a discutir porque no les conviene, porque no van a tener ni idea de lo que dice Harari y, finalmente, porque es un tema que habría que discutir, porque es importante para la democracia y a ellos eso no les interesa, no les conviene y no lo entienden. Pero, hay que seguir batallando, el articulo está muy bueno.

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    @MiradasPedagogicas.py-470_606
    19 de noviembre de 2023 at 10:27 am

    ESTIMADOS Y ESTIMADAS LECTORES Y LECTORAS, LES PEDIMOS DISCULPAS POR LA DEMORA EN PUBLICAR SUS COMENTARIOS, LO CUAL SE HA DEBIDO A UN PROBLEMA TÉCNICO.

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