Sergio Arzola, un gran educador chileno que ayudó a pensar la formación docente paraguaya a inicios de la Reforma Educativa de 1993
El actual proceso de construcción de la PEDAGOGIA.py es una invitación a recuperar la memoria de aquellas ideas, experiencias y personas que han contribuido a afianzar una educación paraguaya con identidad propia. Una de esas personas, fue un gran educador chileno, que vino de las tierras andinas para colaborar con la Reforma Educativa de 1993, el Dr. Sergio Arzola, un amigo del Paraguay que falleció a finales de enero de 2023 y al cual, aquí, se lo recuerda en primera persona, desde la pluma de un educador paraguayo que supo ser su amigo y su compañero de ruta.
Redactado por MiradasPedagogicas.Py@540_201 | 1-noviembre-2023
Conceptos Claves: Autoestima – Docente – Pedagogía – Psicosíntesis – Sergio Arzola
Sergio Arzola Medina, Doctor en Administración Educacional, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la Universidad La Sorbonne, Francia; de la Universidad Católica de Francia y de la Universidad de Laval, Canadá, y vicepresidente de la Asociación Mundial de Ciencias de la Educación. Coordinador del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación. Facultad de Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile.
“El profesor es capaz efectivamente de influir en el otro por una vía, que es el cariño, el amor, para lograr que el alumno piense por sí mismo” Sergio Arzola
In memoriam del maestro Sergio Arzola
En 1992 dejé la docencia en Educación Media para dedicarme de lleno al programa de capacitación de docentes de la Fundación En Alianza, atraído por la libertad y el apoyo para desarrollar nuevas opciones y líneas de formación que apuntaban a la interioridad de las personas, que es el lugar donde se producen los verdaderos aprendizajes de vida.
Aquellos, fueron años intensos, y tuvimos experiencias, maestros y maestras que contribuyeron sustancialmente al desarrollo de una especialidad de intervención educativa en grupos de aprendizaje. Uno de los resultados consistió en un proyecto de talleres de desarrollo autoestima para docentes, que logró la participación de alrededor de 8.000 docentes en dos años.
Si bien utilizábamos un enfoque que fue integrando orientaciones diversas, una de las estrategias fundamentales estuvo inspirada en las enseñanzas de Sergio Arzola y Carmen Collarte[1], entre los años 1993 y 1994 aproximadamente. Ellos trabajaban en el programa de postgrado de la Universidad Católica de Chile y, fueron pioneros en el desarrollo de formación con grupos utilizando el enfoque de la Psicosíntesis.
Esta propuesta terapéutica, desarrollada en Italia por Roberto Assagioli hacia 1910[2], incorpora un concepto que, hasta hoy la psicología académica rechaza: la experiencia humana es integral, y junto a los aspectos físicos, cognitivos, sociales y emocionales, el sentido de la vida se afinca principalmente en el aspecto espiritual. Y el espíritu, como diría Wilber[3], no utiliza el ojo físico ni el ojo de la mente para el conocimiento, sino un ojo propio: el de la experiencia espiritual.
Sergio y Carmen eran educadores de alma. Tenían el halo de padres amorosos, respetuosos y delicados con el proceso de cada persona. Pero cuando tenían que confrontarnos a nuestras contradicciones y resistencias, sabían hacerlo con implacable dulzura. Aprendimos a mirarnos hacia adentro, a explorar nuestras experiencias infantiles tempranas, nuestras relaciones, nuestros bloqueos y aquellos patrones de conducta que, repetidamente, nos convertían en seres infelices. Con estrategias sencillas, como las imaginerías guiadas, el trabajo de plasmar experiencias interiores con dibujos, plastilina o collage. Aprendimos cómo usar creativamente las características propias de los hemisferios cerebrales, cómo generar contención, seguridad y respeto en un grupo para que las personas se animaran a abordar sus experiencias más íntimas y celosamente guardadas.
Sergio me ayudó a entender que la pedagogía tiene mucho que ver con la profundidad de la experiencia humana, que tiene poco que ver con técnicas didácticas, materias, programas, exámenes, y toda la parafernalia del ritual escolar[4]. Que la educación es esencialmente un contacto entre almas, un reconocimiento entre seres humanos imperfectos y limitados, lanzados hacía el desarrollo de una conciencia superior[5].
Este proceso me ayudó a entender un tema personal recurrente, que nombraría como “síndrome del segundo hijo”. El hijo que no quiere molestar, que no quiere disputar el espacio concedido al privilegiado, pero a veces problemático, primogénito. No crear problemas, pasar desapercibido, sentarse al fondo de la clase, nunca destacarse demasiado. Una especie de “vice” para todo. Me vi solo, en un rincón del patio de mi casa de infancia, sentado en mi pequeño triciclo por horas, sin levantarme siquiera para hacer mis necesidades. Desaparecido. Desconectado de mis emociones, en “punto muerto”. Y a la vez, la “sombra” en mi vida posterior, opciones radicales de cambio, separaciones, todo el sufrimiento evitado a mis padres antes, volviendo incontenible y multiplicado después. Y en esta forma dolorosa y exultante de crecer, Sergio, está tu inspiración, tu mano amorosa, y tu disconformidad con el acomodo emocional.
No puedo olvidar tampoco que fue Carmen, mirándome profundamente, quien me dijo que la relación con mi pareja estaba lo suficientemente madura para traer una vida al mundo. Así nació Ale, mi tercer hijo.
Me hace mucho bien recordarles. Sergio partió de este mundo en enero de este año. Asumo que será como un viaje de investigación de otras dimensiones para su alma inquieta. Carmen está por Chile, aunque lamentablemente no tengo contacto con ella en este momento para decirle que la extraño. Pero están aquí, conmigo, como en aquellos años. No me jodan con eso de la muerte o la distancia. No existen.
Textual de Sergio Arzola para los tiempos de Reforma Educativa[6]
“Mi preocupación se expresa en un interrogante… sí podemos, con relativamente y discutible seguridad, afirmar que disponemos de diagnósticos que nos permitan programar acciones, ciertas normativas que obligan a determinar contenidos mínimos y objetivos transversales… ¿Sabemos hacia dónde vamos? ¿Con qué juventud nos encontramos? ¿Cómo podemos medir el éxito en los logros?”
“Es adecuado y justo preguntarse por qué, pero cada vez se hace más pertinente preguntarse ¿Modernizar para qué? Ello no sólo es pertinente, en educación es necesario”
“Suponemos que un aspecto importante de la evaluación de la acción escolar es saber lo que pasa después que ellos se van de la escuela. Más aún, lo que pasa después es un buen criterio para reconocer la calidad y equidad de nuestro sistema educativo”
“Un actor pedagógico es un actor que cree en lo que hace y en quienes coparticipan”
INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS
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[1] Cfr.: Arzola, Sergio; Collarte, Carmen (2009). Sustentabilidad del cambio: Las prácticas docentes. En: Revista Pensamiento Educativo, Vol. 44-45, pp. 99 – 117
[2] Assagioli, Roberto (2010). Psicosíntesis. Ser Transpersonal. El nacimiento de nuestro ser real. Ed. Gaia
[3] Wilber, Kan (2022). Psicología integral. Conciencia, espíritu, psicología, terapia. Ed. Penguin Random House
[4] Arzola, Sergio (2019). El Saber Experiencial de los Pedagogos: Análisis de un Olvido. Ed. Académica Española
[5] Arzola, Sergio (2020). Maestros y Educadores. Olvido y rescate de su saber Experiencial. Ed. Ril Editores
[6] Arzola, Sergio (1995). ¿Hacia dónde?: Un itinerario del que podemos aprender. En: Revista Pensamiento Educativo, Vol. 16, año 1995, pp. 150 – 173