EXPERIENCIAS QUE TRANSFORMAN

Todos tenemos Derecho a APRENDER SIN MIEDO. Pasos dados por la PEDAGOGÍA.py en la primera década del Siglo XXI (PARTE 1/3)

El Paraguay, a partir de la década de 1990, comenzó a transitar una prolongada transición política y socioeducativa, intentando dejar atrás un modelo de gobierno opresor y un sistema educativo autoritario, para llevar adelante un proceso de construcción democrática, donde el maltrato, la violencia o la disciplina del miedo ya no tienen lugar en la escuela pública paraguaya. La Campaña “Aprender sin miedo” fue parte de este transitar hacia una PEDAGOGÍA.py que tiene al bienestar integral del ser humano como su horizonte central.

Redactado por @MiradasPedagogogicas.py651_210 | 9 noviembre 2023

Conceptos Claves: Comunidad – Educación – Escuela – Niñez – Violencia

PARTE 1/3 «Sentido de volver a mirar la Campaña “Aprender sin Miedo”»

1. Introducción

En el Paraguay, en los últimos años se registra un aumento sostenido de los incidentes de violencia y maltrato infantil[1], incluso en el ámbito escolar. En este sentido, cabe citar algunos casos recientes, por ejemplo, a mediados del año 2022, los diarios locales informaron sobre 400 casos de diversas formas de maltrato y violencia registrados en el ámbito escolar[2], los cuales se elevan a 625 denuncias en las instituciones educativas, entre los meses de febrero y mayo de 2023. Tiempo en que, también, se registraron 28 denuncias de «acoso» sexual, 130 de «abuso» sexual y 45 denuncias de acoso escolar [“Bullying”][3]; llegando, hasta octubre del mismo año, a 1.828 hechos registrados de violencia escolar[4].

Estas cifras, no pueden ser analizadas con el criterio de sí son muchos o pocos los casos, esa categoría, aquí, no dice mucho, porque lo «significativo» de la sumatoria de estos «hechos de violencia» es que denotan claramente que, «algo está pasando» en el ámbito de la infancia; un «algo» que afecta a la sociedad paraguaya; «algo» que «no» sólo pasa en la escuela pública, sino que es allí, dada su institucionalidad, donde se registra y se denuncia.

Estos hechos de violencia y maltrato, en el sistema educativo nacional, se vienen estudiando desde hace varios años y, se han llevado adelante diferentes iniciativas, las cuales han mostrado distintos niveles de efectividad y alcance; pero, con motivo de los cambios en las administraciones del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) o por falta de recursos económicos, las buenas prácticas implementadas, para enfrentar el maltrato y la violencia en el ámbito infantil, no han tenido continuidad.

Dentro del proceso actual de reconstrucción de la PEDAGOGÍA.py, tanto la problemática de la violencia hacia los niños y las niñas, como las buenas prácticas para trabaja el maltrato infantil desde la escuela pública paraguaya, tienen un lugar preponderante. Como parte de este proceso, aquí, se presenta una de esas «buenas prácticas», la Campaña “Aprender sin Miedo” MEC 2008-2011.

2. Sentidos, contextos y fundamentos para comprender una buena práctica

Para poder comprender, poner en valor y analizar el aporte pedagógico de la Campaña “Aprender sin Miedo”, es necesario darle un poco de sentido, contexto, fundamento y andamiaje teórico a esta buena práctica del Ministerio de Educación y Ciencias, lo que se hace a continuación.

2.1. El sentido de hacer un relatorio sobre experiencias educativas paraguayas

Aquí se propone un breve relatorio de una experiencia pedagógica que fue llevada adelante en el sistema educativo paraguayo, entre los años 2008 y 2011. Iniciativa socioeducativa que estaba enfocada en dotar a la escuela pública paraguaya de una herramienta eficiente para trabajar la violencia contra los niños y niñas, mediante una campaña orientada a abordar el maltrato en el ámbito del aula y el hogar; a partir de una intervención concreta en la relación adulto-niño/niña; una acción educativa liderada por docentes, directores y técnicos paraguayos; para esto se convocó al Estado y a la sociedad civil a llevar adelante un proceso de autocrítica, que debía generar posturas firmes frente a las agresiones de que eran/son objeto niños, niñas, adolescentes y jóvenes, tanto entre ellos mismos como por parte de los adultos.

En este sentido, el presente relatorio comparte algunos apuntes de lectura sobre los diversos informes, documentos y materiales producidos en el marco de la Campaña MEC 2008-2011 “Aprender sin miedo”, los cuales fueron recuperados y sistematizados entre los años 2020 y 2021, como parte de la revisión de buenas prácticas que se hizo en el marco del Plan Estratégico de Educación. Paraguay 2020[5] y el Plan Nacional de Educación 2024[6]. Estudio que se realizó con miras a elaborar un “Plan Educativo Nacional 2025 – ¿?” que oriente la educación paraguaya a partir del año 2025.

Entonces, aquí, metodológicamente, se ofrece una exposición ordenada y fundamentada de las principales temáticas, problemáticas, estructuras, procesos y oportunidades generadas por la Campaña “Aprender sin miedo”[7]. Presentación que no tiene como finalidad enseñar un modo único de hacer las cosas ni, tampoco, exaltar tal o cual administración del MEC. El objetivo del presente trabajo es recuperar una experiencia que puede ayudar a pensar la teoría y la praxis de una PEDAGOGÍA.py; una experiencia que no es la única, sino que representa el potencial de hacer bien las cosas que tiene la educación paraguaya, cuando se generan las condiciones institucionales adecuadas, se cuenta con los recursos suficientes y hay un compromiso político con la propuesta.

2.2. Entornos y debates recuperados de la praxis educativa paraguaya

El mundo, el Paraguay, los paraguayos y paraguayas, están inmersos, lo quieran o no, en un «nuevo» tiempo. Una época de transformaciones y cambios, ante los cuales el sistema educativo nacional no puede obviar su responsabilidad pedagógica. En este sentido, es evidente la necesidad de generar respuestas integrales, que combinen el talento de innovación pedagógica con la capacidad de resignificar los aprendizajes dejados por la historia reciente de la educación paraguaya.

Respuestas que se enmarcan en un periodo histórico-cultural, concretamente en los años de la postpandemia, de la expansión global de las tecnologías digitales y de la preponderancia de la comunicación vía redes sociales. En esta época concreta es que se vuelve a lo que fue la Campaña “Aprender sin miedo”, asumiendo a esta iniciativa como un punto de referencia histórica para el abordaje pedagógico de la violencia y el maltrato infantil dentro del ámbito escolar. Referenciación histórica que permite la recuperación de una acción educativa que se llevó adelante en el Paraguay y que ofreció pistas interesantes en la generación de espacios libres del miedo a ser agredido, maltratado o violentado.

Dentro de esta lógica de reconstrucción de un conocimiento pedagógico que pueda contribuir a mejorar la educación paraguaya, a continuación se hace el intento de una presentación teórica, conceptual y práctica de algunos de los aspectos de la PEDAGOGÍA.py que se vinculan, por ejemplo, con la generación de ámbitos libres de violencia y maltrato infantil. Construcción en donde, también, se contrasta este concepto de PEDAGOGÍA.py con otras formas de entender lo que significa organizar el sistema educativo o, incluso, educar en el Paraguay de hoy. Este es un desarrollo arduo, que está en su etapa germinal y que requiere seguir siendo pensado.

2.2.a. #pedagogiaparaguaya

En los de años de la Pandemia de COVID-19, en la sociedad paraguaya[8], al igual que en el resto del mundo, se pudieron constatar diferentes fenómenos sociocomunicacionales, uno de ellos, hace referencia al crecimiento que han tenido las conversaciones digitales en torno a lo que la sociedad paraguaya «declara» ser, lo que «pretende» ser y lo que «es» en diferentes ámbitos de la vida del país, entre ellos, en lo que atañe al sector de la educación[9].

Estas opiniones encontraron eco, principalmente, en las redes sociales y en los medios de comunicación alternativos, pudiéndose constatar un súbito interés de ciertos nichos de influencers, twitteros y columnistas[10] por un tema que fue llamado la “pedagogía paraguaya”[11], en minúscula, ya que esta especie de “#pedagogiaparaguaya” [#Hashtag] no se debatía en el campo académico de la Pedagogía (Ciencia de la formación humana, por eso la “P” mayúscula), construida a lo largo de la historia de la educación  paraguaya[12], sino que se usaba como argumento ideológico en el contexto de una “batalla cultural”[13], librada por ciertos segmentos de la sociedad[14], en salvaguarda de la idiosincrasia o acervo de valores en que deben ser educados los “buenos” paraguayos[15] y en contra, por ejemplo, del proyecto de Transformación Educativa que, desde el año 2017[16], lideró, principalmente, el Ministerio de Hacienda junto con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC)[17].

Cabe señalar que estos sectores, desde su NO al «globalismo imperialista» de la Agenda 2030 de la ONU[18], NO a las «teorías foráneas»[19] y NO a la «mano invisible» de las ONGs en la educación[20], ganaron esta “batalla”, ya que el Plan Nacional de Transformación Educativa fue descartado, públicamente, luego del 15 de agosto de 2023 y, en su lugar se propone un Plan de Fortalecimiento del Sistema Educativo Nacional[21].

2.2.b. PEDAGOGÍA.py

Así, en este periodo histórico-cultural de postpandemia e inicio de una nueva administración gubernamental 2023-2028, es indispensable poner en valor académico y social, los procesos educativos, de diversa índole y en distintos formatos, que tienen un mismo sujeto, los hombres y mujeres que habitan el Paraguay, procesos que hacen a la PEDAGOGÍA.py, sobre la cual se trabaja en este relatorio. Entonces, teniendo en cuenta este contexto de época y la necesidad de mirar sistemáticamente la educación paraguaya, se impone la tarea de ir más allá de un coyuntural «#pedagogiaparaguaya», lo cual implica, por ejemplo, desarrollar la categoría de PEDAGOGÍA.py, como una herramienta de análisis e intervención de la realidad educativa nacional, a partir de las prácticas, experiencias y aprendizajes derivados de los procesos educativos que se desarrollan en el aula de las escuelas y universidades paraguayas.

Una forma de forjar esta herramienta, en la práctica, consiste en identificar puntos de encuentro entro lo que se ha hecho con éxito en el aula, por un lado y, por otra parte, las demandas emergentes de la educación paraguaya. Por ejemplo, en esta oportunidad, entre la Campaña “Aprender sin Miedo” y el actual aumento de casos de maltrato infantil que en la escuela se identifica y denuncian.

En otras palabras, uno de estos puntos de confluencia sociedad-escuela es la violencia y el mal trato infantil, presentes -por ejemplo- en los casos de violencia que, como ya se refirió, se vienen registrando en distintas escuelas del Paraguay[22]. En la lógica de la PEDAGOGÍA.py, este «punto presente» encuentra su punto de referencia histórico en la Campaña “Aprender sin miedo”, que se implementó durante los años de 2008 a 2011, en la Educación Inicial, Educación Escolar Básica y Educación Media. Ambos «puntos» confluyen en la idea y acción de responder a la violencia y el maltrato infantil, dentro y fuera de la escuela, mediante una intervención pedagógica y sociocomunitaria destinada a asegurarles a los estudiantes, sus docentes y las familias la posibilidad de «aprender sin miedo».

Por lo tanto, cuando se hace referencia a la PEDAGOGÍA.py se está pensando en una herramienta de análisis e intervención pedagógica de la realidad educativa nacional, a partir de las prácticas, experiencias y aprendizajes derivados de los procesos educativos que se desarrollan en el aula de las escuelas y universidades paraguayas. Ciertamente, que, desde la «ciencia» Pedagogía[23] todavía no están dadas las condiciones teóricas-estructurales[24] como para hablar de la Ciencia «Pedagogía» que esté acompañada del adjetivo «paraguaya» [“Pedagogía Paraguaya”], dado que aunque existe una importante cantidad de experiencias, investigaciones y producción conceptual[25], aun, todo esto, no ha sido suficientemente sistematizado como un corpus de conocimiento[26] con identidad propia[27], lo cual representa una tarea concreta por realizar para las próximas generaciones de pedagogos paraguayos, los cuales deberán sistematizar el «corpus pedagógico paraguayo» que sustente la PEDAGOGÍA.py actualmente en reconstrucción.

2.3.  Diferenciando el #pedagogiaparaguaya de la PEDAGOGÍA.py

A partir de lo compartido hasta aquí, se fundamenta la necesidad de poner en un extremo el manejo ideológico-mediático que se hace de la educación paraguaya mediante el «#pedagogiaparaguaya» y, en el otro lado, la construcción sistemática de la PEDAGOGÍA.py. Diferencias que deben ser expuestas visiblemente, de tal forma a poder identificar, en forma más clara, el sentido pedagógico de una experiencia como la Campaña “Aprender sin miedo”.

I. Manejo ideológico-mediático del rótulo «#pedagogiaparaguaya»

El análisis sociopedagógico del hashtag «#pedagogiaparaguaya» permite corroborar que éste responde a una cosmovisión ensimismada en los propios intereses y que, por lo tanto, es un hashtag que responde al área de confort del segmento social de aquellos que lo pregonan. Segmento en donde, los que lo integran, básicamente, asumen que todo lo que se identifica con como «sus» valores, se corresponde con ese «deber ser» ideal que todos tienen que aceptar. Dicho de otra manera, «sus valores» se segmento son el parámetro de una única realidad: la suya. En este sentido, todo aquel que no se encuadre dentro de dichos «estándares homogéneos», está condenado a vivir fuera «su» realidad, la cual, para ellos, es «La» realidad y por lo tanto, ese que piensa distinto o que eleva una crítica, es un «outsider». Estos «outsiders», para ellos, son personas «ideologizadas», con las cuales «no se debate», sino que «se las subyuga» o «se las elimina», sin duda o culpa, porque, como segmento que es parámetro de lo real, se está defendiendo una «verdad superior», es decir, «LA» verdad y, por lo tanto, se puede aplicar el axioma de que «el fin justifica los medios».

En síntesis, el hashtag «#pedagogiaparaguaya» es la producción de un «segmento social» que no está haciendo ciencia, es decir, esas personas no están abiertas a que algún otro encuentre razones o evidencias que rebatan su «doctrina», porque a ellos les fue dado un conocimiento «superior» de lo bueno y, por lo tanto, lo que ellos viven, sienten, creen y piensan es lo único real y verdadero, lo demás es descartable.

Esta parece una interpretación extrema, pero lo visto en las redes sociales y los medios de comunicación, en el Paraguay, entre junio de 2022 y junio de 2023, en torno al debate sobre el Plan Nacional de Transformación Educativa, corroboran la idea de una sociedad paraguaya que es capaz de justificar el maltrato y la violencia verbal cuando se autopercibe como «custodia» de un ideal de país maquinado por el segmento de referencia.

II. Construcción sistemática de la PEDAGOGÍA.py

Totalmente diferente es el caso de la PEDAGOGÍA.py, la cual se maneja con parámetros y valores diferentes al hashtag «#pedagogiaparaguaya», dado que el saber pedagógico no se autopercibe como «absoluto», porque el pedagogo tiene consciencia de que sus hallazgos poseen un carácter tentativo y dinámico, lo cual no es lo mismo que “relativo”. Esto es así, porque la Pedagogía trabaja en base a pruebas independientes, repetibles y concordantes, es decir, que no están en contradicción con el dato empírico y que se van renovando [confirmando, profundizando o descartando] de acuerdo al progreso del conocimiento humano en relación a la educación de las personas.

En este sentido, aquella frase irónica de que “la escuela enseña formatos del Siglo XIX, con profesores del Siglo XX, a alumnos del Siglo XXI”, brinda, por contraste, una imagen clara de la lógica pedagógica, la cual exige “concordancia” entre la demanda y la oferta educativa, por lo tanto, en la «frase» anterior no hay Pedagogía, no ha Escuela. Dicho de otra forma, lo pedagógico no admite ese desfasaje entre el dato empírico (contexto espacio temporal) y la propuesta de enseñanza (curriculums y docentes actualizados), al cual alude la «frase». Sin embargo, es cierto que muchos sistemas educativos públicos ofrecen propuestas curriculares o estructurales que dan la impresión de que se ha naturalizado una cierta disociación entre lo que se enseña, las necesidades formativas integrales de los estudiantes y la dinámica del mundo circundante; pero, la hipótesis es que esto sucede, justamente, porque esos sistemas tienen un sustento pedagógico «anémico».

Dicho de otra forma, lo pedagógico se construye, se desarrolla y se madura, desde y para el ser humano, en el marco de procesos educativos integrales, diversos y multivariados, donde se dan distintas, originales y creativas interacciones del sujeto consigo mismo, con los demás y con el mundo.

En el aula, cuando prima la pedagogía por sobre la instrucción o el adiestramiento prescriptivo, fluyen hechos, experiencias, señales, datos y razones que renuevan día a día lo que el pedagogo sabe o piensa que sabe, sobre la formación de los seres humanos, es decir, sobre el objeto de estudio de la Pedagogía.

III. No es lo mismos PEDAGOGÍA.py que un hashtag «#pedagogiaparaguaya»

Queda claro que PEDAGOGÍA.py y “#pedagogiaparaguaya” son cosas muy diferentes.

El primer concepto, PEDAGOGÍA.py, se corresponde con una ciencia en constante construcción y evolución, con una mirada siempre abierta, puesta en el progreso de la humanidad, en sus necesidades y problemáticas; su propósito es generar las condiciones para que, en este caso, los paraguayos y paraguayas, como personas y sujetos de Derechos, se formen integralmente y sean protagonistas activos en la construcción de un Paraguay justo, equitativo e inclusivo.

Sin embargo, el segundo planteamiento, el hashtag, dada su naturaleza ideológica-mediática, en general, mira el horizonte de las ofertas educativas desde un “retrovisor”, es decir, quiere mantener un cierto status quo, cuyo contenido se reduce a la idea de los “tiempos mejores” del pasado o, por contraste, se encasilla en imponer la incorporación las nuevas tecnologías al aula bajo el slogan de que «todo lo nuevo es mejor». En ambos extremos, lo de antes o lo nuevo, son expresiones de una misma intención: “mantener” una estructura social de privilegio o de dependencia, así una tablet puede estar pensada para formar mano de obra o para potenciar el talento y la creatividad humana, todo depender de si la intención es ideológica o pedagógica.

IV. La gran diferencia entre hacer PEDAGOGÍA.py y dejarse llevar por el hashtag “#pedagogiaparaguaya”

Por último, la gran diferencia entre ambos conceptos está en que uno se presenta como un saber en construcción, donde se mira dinámicamente el pasado, presente y posibles futuros de los paraguayos y paraguayas, en diálogo con el mundo, la producción del conocimiento y la construcción de Derechos; mientras que la otra mirada es estática, piensa al Paraguay como una “caja” y a la escuela como un medio de reproducción de “paredes sin ventanas”, una caja de paredes gritas, habitada por dogmas, frases hechas y lugares comunes.

En este sentido, en la PEDAGOGIA.py, ser paraguayos y educarse como paraguayos responde a un principio de identidad que no aísla a la persona del mundo ni exime al ciudadano de su responsabilidad de estar abierto a reconocer la dignidad humana en lo diverso. En el hashtag «#pedagogiaparaguaya» se educa desde una paraguayidad nacionalista que aísla, desconfía y reproduce estándares de una determinada comprensión de lo que es una «buena educación», es decir, conductas preestablecidas de «caja», las cuales se identifican con un imaginario colectivo construido a partir de un «deber ser homogéneo», el que viene siendo desarrollado y estandarizado desde 1947 a la fecha, por ejemplo, cuando se reivindica la lógica del valor superlativo de la paz, el progreso y el orden.

Así, dados los tiempos que corren y lo argumentado hasta aquí, parece razonable sustentar la hipótesis de que la educación paraguaya, necesita menos del hashtag «#pedagogiaparaguaya» y más de la PEDAGOGÍA.py, dado que este cambio en la balanza del imaginario social paraguayo, permitirá, por ejemplo, que los hallazgos y aprendizajes de la Campaña “Aprender sin miedo” puedan ser utilizados en la actualidad, como parte de las buenas prácticas generadas por educadores y educadoras paraguayos, a inicios del Siglo XXI, que pueden contribuir a frenar el aumento de casos de violencia y maltrato infantil, permitiendo aprender sin miedo y vivir sin miedo.

3. Propuesta de abordaje de “Aprender sin miedo” desde la PEDAGOGÍA.py

Desde la PEDAGOGÍA.py se presenta la estructura sistemática de abordaje de la Campaña “Aprender sin miedo” que ofrece este relatorio, con la finalidad de facilitar una mirada consistente de una buena práctica educativa que, con identidad paraguaya, puede servir como referencia o antecedente al debate actual en torno a cómo debe responder la sociedad y la escuela a los casos de violencia y maltrato infantil.

3.1. Metodología de abordaje de la Campaña “Aprender sin miedo”

La propuesta es hacer un ejercicio de relato sistemático, que permita recuperar una práctica pedagógica, implementada recientemente en Paraguay, la cual puede aportar aprendizajes al momento actual que vive el sistema educativo nacional.

Metodológicamente, “recuperar una experiencia” significa llevar adelante un proceso documental que permite mostrar con claridad, sencillez y practicidad lo que se hizo, cómo se hizo y por qué se hizo una intervención específica, en un determinado espacio, tiempo y escenario educativo. En este sentido, se puede decir que este relatorio pretende «aproximarse», «comprender» y «divulgar», en una perspectiva de PEDAGOGÍA.py, lo que pasó entre el año 2008 y 2011 en el transcurso de la Campaña “Aprender sin miedo”, cuya memoria se sistematiza en el documento “Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay”, publicado en el año 2012 por el Ministerio de Educación y Ciencias[28].

Dentro de una perspectiva metodológica, es pertinente señalar que durante la elaboración de este relatorio, el análisis de la documentación vinculada a la Campaña “Aprender sin miedo”, fue llevando a otras lecturas e ideas, las cuales son referenciadas aquí como “pistas” para seguir profundizando o, simplemente, como un acto de honestidad intelectual[29], reconociendo que esa idea expresada o esa hipótesis propuesta tiene su origen en el pensamiento de alguien más, por eso se usa con frecuencia el “Cfr.:” (cónfer o compárese con) a lo lardo del trabajo[30].

3.2. El objeto de estudio

Como corolario de este apartado introductorio, cabe ubicar brevemente a la Campaña “Aprender sin miedo” en el contexto de las acciones pedagógicas llevadas adelante en el ámbito de la historia reciente del sistema educativo nacional paraguayo.

La Campaña “Aprender sin miedo” se implementó entre los años 2008 y 2011, en el Paraguay; en los Departamentos de Paraguarí, Guairá, Caaguazú, San Pedro y Presidente Hayes (Chaco); en 715 instituciones de la Educación Inicial, Educación Escolar Básica y Educación Media; donde se trabajó con casi 2.000 docentes, directores y técnicos; beneficiando a unos 10.000 alumnos y 5.000 padres y madres.

Esta Campaña fue llevada adelante por el Ministerio de Educación y Ciencias en coordinación con el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, sumado al apoyo de Plan Internacional Paraguay[31] y la Organización de Estados Iberoamericanos[32]

“Aprender sin miedo” tenía como propósito proponer una opción sociopedagógica que permitiera contrarrestar el maltrato infantil y la violencia escolar, en primera instancia, luego, en el ámbito de la sociedad civil sería una herramienta destinada a erradicar el abuso infantil, el maltrato contra la mujer y el miedo del «sometido» al «subyugador», el miedo del niño al adulto, del adulto a la estructura, de la mujer al golpeador y así en adelante.

Esta Campaña fue pensada a nivel internacional por pedagogos y especialistas en Derechos Humanos, implementada y proveída de identidad por educadores paraguayos, valorada por 715 comunidades educativas y, hoy, es recuperada por una PEDAGOGÍA.py en construcción.

Observación

Estos ítems integran la PARTE 1 de un relatorio que se divide en tres entregas sucesivas [Parte 1: Sentido de volver a mirar la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 2: Presentación técnica de la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 3: Aprendizajes que dejó la Campaña “Aprender sin Miedo”].  El texto completo se encuentra, en formato PDF, en el apartado “Biblioteca” de este Blog.

INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS

Podés sumar tus preguntas y comentarios en la dirección de correo que se comparte a continuación, también, en el mismo E-mail, podés enviar algo de tu producción personal que quieras publicar en este Blog miradaspedagogicasparaguay@gmail.com


[1] Ministerio de Educación y Cultura (2014). Estudio exploratorio sobre Maltrato Escolar en Paraguay. Una aproximación a la situación de maltrato hacia niñas, niños y adolescentes en instituciones educativas de gestión oficial de los departamentos de Caaguazú, Central, Guairá, Itapúa, Presidente Hayes, Paraguarí, San Pedro y Asunción. Ed. MEC

[2] Diario La Nación (Internet 1 julio 2022). MEC reporta más de 400 casos de violencia escolar. https://www.lanacion.com.py/pais_edicion_impresa/2022/07/01/mec-reporta-mas-de-400-casos-de-violencia-escolar/

[3] Diario Última Hora (Internet 26 junio 2023). Plantean poner foco en violencia escolar para mejorar la educación https://www.ultimahora.com/plantean-poner-foco-en-violencia-escolar-para-mejorar-la-educacion

[4] Diario Última Hora (Internet 5 octubre 2023). MEC registra 1.828 denuncias de violencia escolar en lo que va del año https://www.abc.com.py/nacionales/2023/10/05/mec-registra-1828-denuncias-de-violencia-escolar-en-lo-que-va-del-ano/

[5] MEC-CONEC (2008). Plan Estratégico de Educación. Paraguay 2020 – Actualizado. La educación sigue siendo un compromiso de todos. Junio, 2008. Ed. MEC

[6] MEC (2011). Plan Nacional de Educación 2024. Hacia el centenario de la Escuela Nueva de Ramón Indalecio Cardozo. Ed. MEC

[7] Cfr.: MEC, PLAN, OEI (2012). Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay. Ed. MEC

[8] Cfr.: Poletti, Alberto; Marengo, José (2021). Efectos de la pandemia de Covid-19 en Paraguay.  En: Fuchs, Marie-Christine; Querido, Leandro (2021). Covid-19, Estado de derecho y procesos electorales en Latinoamérica, pp. 471 – 500. Ed. Konrad Adenauer Stiftung – Transparencia Electoral 

[9] Cfr.: Congo, Josué (2023). Narrativas desinformantes del movimiento provida con el Plan de Transformación Educativa. En: Acuña, Jazmín et al. Ruido. El régimen de desinformación en las elecciones 2023 de Paraguay. Capítulo 3, pp. 149 – 176. Ed. La Precisa

[10] Cfr.: Manzoni, Maximiliano (2023). El reto de elegir en tiempos de infodemia.  En: Acuña, Jazmín et al. Ruido. El régimen de desinformación en las elecciones 2023 de Paraguay. Capítulo 2, pp. – 119 -149. Ed. La Precisa

[11] Cfr.: Montero Tirado, Jesús (2020). La pedagogía paraguaya. En: ABC Color, Opinión, 8 junio 2020 – https://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/2020/06/08/la-pedagogia-paraguaya/

[12] Cfr.: Velázquez Seiferheld, David (2019). Mbo’e. Introducción a la historia de la educación paraguaya. Ed. Centro de Artes Visuales / Museo del Barro

[13] Cfr.: Laje, Agustín (2022). La batalla cultural. Reflexiones críticas para una Nueva Derecha. Ed. HarperEnfoque

[14] Cfr.: Goldstein, Ariel (2020). Poder evangélico. Cómo los grupos religiosos están copando la política en América. Ed. Marea

[15] Cfr.: Diario la Nación (Internet 9 agosto 2023). “Defendimos la vida, a la familia y nuestra soberanía”, afirmó Raúl Latorre. https://www.lanacion.com.py/politica/2023/08/09/defendimos-la-vida-a-la-familia-y-nuestra-soberania-afirmo-raul-latorre/

[16] Cfr.: Resolución Nº 61 del 23 de noviembre de 2017 – «Por la cual se aprueba el proyecto: Diseño de la estrategia de transformación educativa del Paraguay 2030», siendo presidente Horacio Cartes, ministro de Educación Enrique Riera y ministra de Hacienda Lea Giménez https://www.transformacioneducativa.edu.py/_files/ugd/79dac2_dcc548b5f0d945058d18cafe76026ff9.pdf

[17] Transformación Educativa – Web Oficial del Gobierno Paraguayo (Internet 1 octubre 2023). Plan nacional de Transformación Educativa. https://www.transformacioneducativa.edu.py/

[18] Cfr.: ELSURTI.COM (15 diciembre 2022). El movimiento provida revive el mito del “enemigo interno”. En: https://elsurti.com/laprecisa/chequeo/2022/12/13/el-movimiento-provida-revive-el-mito-del-enemigo-interno/

[19] Cfr.: Montero Tirado, Jesús (2022). ¿Transformación o regresión? En: Montero Tirado, Jesús. En defensa de los hijos, la familia y el bien común. Por qué rechazamos el Plan de Transformación Educativa. Apartado 45, pp. 109 – 110. AGR 

[20] Cfr.: ABC Color (23 septiembre 2022). Transformación educativa: MEC será una “máquina de adoctrinamiento”, según Red Ciudadana de la Niñez. Diario ABC Color, Nacionales.  En: https://www.abc.com.py/nacionales/2022/09/23/transformacion-educativa-mec-sera-una-maquina-de-adoctrinamiento-segun-red-ciudadana-por-la-ninez/

[21] SenadoTV py (YouTube 30 octubre 2023). Reunión de Legislación, Codificación, Justicia y Trabajo en conjunta con otras Comisiones – https://www.youtube.com/watch?v=1Qw7-wHq7ns

[22] Cfr.: Diario Última Hora (Internet 8 junio 2023). MEC pasa a familias poder de definir cómo será la seguridad en escuelas. https://www.ultimahora.com/mec-pasa-a-familias-poder-de-definir-como-sera-la-seguridad-en-escuelas#:~:text=Se%20registran%20625%20casos%20de,nacional%20de%20Pedro%20Juan%20Caballero.

[23] Cfr.: Benner, Dietrich (1998). La pedagogía como ciencia. Teoría reflexiva de la acción y reforma de la praxis. Ed. Pomares-Corredor

[24] Cfr.: Calzadilla, Ramón (2004). La pedagogía como ciencia humanista: conocimiento de síntesis, complejidad y pluridisciplinariedad. En: Revista de Pedagogía, Vol. 25, Nº 72, pp. 123 – 148

[25] Cfr.: Di Caudo, María Verónica (2013). La ciencia pedagógica: construcciones, disputas, desafíos. En: Sophia, Colección de Filosofía de la Educación, Nº 14, pp. 33 – 50

[26] Cfr.: Abreu, Omar; Pla, Ramón, Naranjo, Miguel; Rhea, Soraya. (2021). La pedagogía como ciencia: su objeto de estudio, categorías, leyes y principios. En: Información Tecnológica, Vol. 32, Nº 3, pp. 131-140

[27] Cfr.: Barreto Valinotti, Ana et al. (2011). Paraguay: Ideas, Representaciones & Imaginarios. Ed. Secretaria Nacional de Cultura

[28] MEC, PLAN, OEI (2012). Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay. Ed. MEC

[29] Cfr.: Flores, Jorge (2018). El valor de la honestidad en los trabajos académicos. En: Revista Phainomenon, vol. 17, Nº 1, enero – julio 2018, pp. 87 – 95

[30] Sánchez, Carlos (8 febrero 2019). Cita de parafraseo. En: Normas APA actualizadas (7ª edición) https://normas-apa.org/citas/cita-de-parafraseo/

[31] Plan Internacional Paraguay (Internet 2023) https://plan-international.org/paraguay/

[32] Organización de Estados Iberoamericanos (Internet 2023) https://oei.int/oficinas/paraguay

Todos tenemos Derecho a APRENDER SIN MIEDO. Pasos dados por la PEDAGOGÍA.py en la primera década del Siglo XXI (PARTE 2/3)

El Paraguay, a partir de la década de 1990, comenzó a transitar una prolongada transición política y socioeducativa, intentando dejar atrás un modelo de gobierno opresor y un sistema educativo autoritario, para llevar adelante un proceso de construcción democrática, donde el maltrato, la violencia o la disciplina del miedo ya no tienen lugar en la escuela pública paraguaya. La Campaña “Aprender sin miedo” fue parte de este transitar hacia una PEDAGOGÍA.py que tiene al bienestar integral del ser humano como su horizonte central.

Redactado por @MiradasPedagogogicas.py651_210 | 9 noviembre 2023

Conceptos Claves: Comunidad – Educación – Escuela – Niñez – Violencia

PARTE 2/3 «Presentación técnica de la Campaña “Aprender sin Miedo”»

4. El Modelo Pedagógico propuesto con la Campaña “Aprender sin miedo”

4.1. ¿Modelo Pedagógico…?

Desde la praxis, cuando se habla de un “modelo pedagógico” se está haciendo referencia a una propuesta concreta de estructuración sistemática de las finalidades, los procesos y medios de formación del ser humano[1]. Así, un modelo pedagógico es un planteamiento educativo intencionado que está consistentemente fundamentado, argumentado y diseñado, de tal forma a que pueda sustentar y dotar de sentido a acciones que tengan por finalidad generar las condiciones necesarias para que las personas se formen integralmente[2]

A partir de esta conceptualización, a continuación, se reseñan aquellos elementos de la Campaña “Aprender sin miedo” que permiten ver a esta iniciativa dentro de una configuración pedagógica propia.

Así, este proyecto, implementado en el contexto paraguayo, se configura como un camino plausible para identificar y comprender algunos de los rasgos particulares de lo que se puede denominar como PEDAGOGÍA.py[3], en diálogo con otros modelos educativos regionales[4] que, también, estaban trabajando en diversas iniciativas vinculadas al maltrato y la violencia infantil[5].

A continuación se propone una serie de preguntas generadoras[6], las cuales on muy útiles para identificar y evidenciar elementos, componentes y principios que permiten poner en valor a una experiencia escolar llevada adelante en el sistema educativo paraguayo en la primera década del Siglo XXI. Cabe aclarar que, esta especie de cuestionario se trabaja a partir de la información sistematizada sobre el proyecto que está contenida en la publicación “Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay”[7], publicación del MEC del año 2012.

A cada pregunta generadora, se responde desde un relato de lo que se hizo en el contexto de la Campaña, lo cual permite ver el Modelo Pedagógico aconteciendo en la práctica, dentro de las comunidades y a partir de las diferentes interacciones de los distintos actores involucrados en esta iniciativa pedagógica.

4.2. ¿Por dónde comenzar en un proceso pedagógico?

La respuesta a este interrogante, en el caso de “Aprender sin miedo”, significó tomar como punto de partida la conformación de equipos técnicos colaborativos, los cuales llevaron adelante, con las comunidades escolares, procesos educativos centrados en la generación de vínculos, contextos de confianza y trayectorias de aprendizaje, a partir de un reconocerse, pensarse y hacer juntos como alumnos, docentes, directivos y familias[8].

En este sentido el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) conformó cuatro equipos integrados por seis especialistas en las áreas de educación y de psicología, los que se trasladaban periódicamente de Asunción a los Departamentos de Paraguarí, Guairá, Caaguazú, San Pedro y Presidente Hayes.

En las escuelas, estos equipos técnicos estaban con la gente, dialogando con los diferentes actores de la comunidad, mientras realizaban observaciones de los procesos educativos en el aula. Luego, a partir de lo veían y de lo dialogado con los docentes, organizaban, con éstos y los alumnos, diferentes propuestas metodológicas y conceptuales para “aprender sin miedo”, por ejemplo, se hacían talleres, encuentros experienciales, sesiones de debates, círculos de aprendizaje y reuniones de retroalimentación[9]. Todas estas trayectorias y actividades eran sistematizadas mediante anecdotarios, bitácoras de diálogo, planillas estandarizadas de registro y, posteriormente, los resultados del monitoreo se usaban para elaborar materiales didácticos o motivacionales, los cuales se testeaban en nuevas intervenciones en el aula, para, posteriormente, ser socializados con otras instituciones[10].

Entonces, desde una perspectiva pedagógica, la Campaña comenzaba a partir de la conformación de un equipo de trabajo, el cual iba a las comunidades, tomando contacto con la realidad y los actores, para luego proponer intervenciones orientadas a “aprender sin miedo” y, posteriormente, en base a la sistematización de las experiencias, se diseñaban nuevos prototipos de intervención y, éstos, se compartían con otras escuelas que formaban parte del proyecto[11].

4.3. ¿A qué prestarle atención durante un proceso pedagógico?

La respuesta a esta interrogante, desde la Pedagogía y “Aprender sin miedo”, es sencilla y básica, lo fundamental, en todo proceso y actividad de la Campaña, era estar “atentos a las personas”, a sus realidades, contextos y expectativas ante la violencia y el maltrato[12].

Al prestarle atención a las personas en sus contextos y vínculos, la Campaña, desde un primer momento, dejó en evidencia que tanto docentes como alumnos e, incluso, madres vivían situaciones de vulnerabilidad socioemocional sumamente complejas, que iban desde el hostigamiento, hasta el abuso y la violencia física[13].

Dada esta situación, se hizo evidente que, antes de comenzar a «capacitar al educador», para que este educador trabaje con la gente situaciones de maltrato o violencia, lo primero era abordar con los adultos (maestras, directores y familias) sus propios miedos, desánimos o ansiedades, frente a un contexto institucional o comunitario hostil[14]. Siendo realistas, fue incuestionable el hecho de que a un niño que aprende con miedo, en muy poco le podía ayudar una persona que no sabe manejar sus propias situaciones de agresión o temor. En otros términos ¿cómo exigirles a las maestras o los maestros que les den a sus alumnos y alumnas aquello que ellos y ellas carecían o padecían?[15]

De esta forma, con una mirada pedagógica sintonizada con la realidad, la Campaña puso énfasis en comprender a la persona en su contexto, adaptando -posteriormente- el cronograma de actividades a las prioridades emergentes de lo vivido por los sujetos. Esto no significó hacer menos, sino, por el contrario, implicó diversificar y ampliar las intervenciones, de tal forma a que estas acciones le permitieran al adulto abordar sus miedos y, al mismo tiempo, apropiarse de herramientas para poder trabajar los temas de maltrato y violencia con el niño o la niña que estaba en su zona de influencia pedagógica[16].

4.4. ¿Desde dónde trabajar pedagógicamente con la gente?

Un principio básico de la Pedagogía es que «se trabaja con quien está frente a uno» y que se busca generar «todas las condiciones que sean necesarias» para que ese sujeto real y concreto, se forme integral y plenamente[17]. Dicho de otra forma, no se espera a tener las circunstancias ideales para educar, sino que se van creando los mejores ámbitos posibles para que se desarrollen procesos educativos de calidad, por eso es vital tener «ojo del pedagogo» para identificar aquello que es lo fundamental y saber diferenciarlo de lo accesorio[18].

En este sentido, “Aprender sin miedo” partió de los miedos vivenciados cotidianamente por los alumnos, las alumnas, sus educadores y sus familiares, especialmente, por las madres[19]. Estos temores fueron trabajados tanto desde lo socioemocional como desde un Enfoque de Derechos, donde a la persona, en cuanto ser humano, se le debe garantizar el acceso a la protección que brinda la sociedad y el Estado, a sus miembros, sin importar su edad o condición, ante situaciones de violencia y maltrato[20].

Recuperando la memoria de lo hecho, es posible afirmar que se trabajó partiendo de las necesidades explicitadas públicamente por los diferentes actores vinculados a las instituciones educativas que participaron de la Campaña, atendiendo a sus contextos culturales y a las etapas evolutivas en que éstos se encontraban. Se produjeron y entregaron materiales impresos, lúdicos e interactivos, con información centrada en los Derechos de los Niños y Adolescentes[21], en la resiliente activa y en el desarrollo de capacidades para enfrentar positivamente situaciones de violencia y maltrato en la escuela, el hogar y la comunidad. Igualmente se diseñaron, imprimieron y distribuyeron cartelería, brochure y flyers de difusión los principales postulados de la Campaña[22].

Este punto de partida de “Aprender sin miedo” llevó a que la Campaña desarrollara propuestas pedagógicas que siempre se referenciaban a experiencias que operaban bajo el principio de que no se trataba sólo de que se conozcan cuáles eran los “Derechos”, sino que el maltrato y la violencia debían ser trabajados socioemocional y culturalmente, para que su presencia y erradicación fueran asumidos conscientemente en la práctica cotidiana, dentro y fuera del aula; para que niños y adultos defiendan y promuevan el “vivir sin miedo” en la comunidad educativa local[23]. Dicho con otras palabras, no se daban discursos, buenos conceptos y moralejas sobre el maltrato infantil, sino que se empoderaba a niños, niñas, docentes y madres frente a personas o grupos que usaban la violencia en contextos educativos o familiares. Esto sólo era posible a partir de un abordaje vivencial de la autoestima y las habilidades socioemocionales. La Campaña sostuvo un modelo pedagógico que estaba orientado a que los participantes vivenciaran espacios y dinámicas de superación personal, donde podían reconocerse como seres humanos con Derechos; donde ser niños y niñas implicaba tener derecho a equivocarse, a jugar y a crecer en libertad; donde los docentes tenían derecho a trabajar sin sufrir presiones laborales, políticas o sexuales[24].

4.5. ¿Con qué horizonte de metas pedagógica trabajar?

Toda acción pedagógica es intencionada, es decir, tiene consciencia de un “hacia donde vamos” y “por qué nos dirigimos hacia ese horizonte”[25], en este sentido “Aprender sin miedo” era una Campaña que le proponía a la comunidad trabajar un proceso educativo que pudiera contribuir a la erradicación del maltrato y la violencia en las escuelas, ya sea en lo que atañe a la relación docente – alumnos como a las interacciones de alumnos – alumnos; familia – alumnos y, en general, adultos – niños, niñas y adolescentes.

A partir de esta meta, de carácter amplio, surgían hitos previos que se deben ir alcanzando en el proceso como, por ejemplo, los siguientes[26]:

a) que la comunidad educativa sea un lugar donde los niños, niñas y adolescentes se sientan protegidos ante cualquier forma de maltrato y que, así, puedan aprender sin miedo;

b) que los maestras, maestras y directivos desarrollen la habilidad de reconocer las situaciones de maltrato y tengan herramientas para proteger a las niñas, niños y adolescentes;

c) que los diferentes actores y sujetos de la institución educativa sean empáticos y resilientes con la promoción de los Derechos del Niño y la Niña, promoviendo espacios de diálogo y confianza;

d) que cada persona vinculada al tiempo y espacio escolar tenga conocimiento y claridad sobre a quién y dónde recurrir en caso de violencia o maltrato hacia las niñas, niños y adolescentes;

e) que las autoridades institucionales, ministeriales y gubernamentales reconozcan y apliquen el marco legal y las políticas públicas existentes para proteger y promover los Derechos de las Niñas y los Niños;

f) finalmente, que los niños, niñas y adolescentes se apropien conscientemente de sus Derechos y que sean los primeros en impedir el maltrato, acoso o abuso contra ellos y ellas.

En resumen, se puede decir que, la Campaña “Aprender sin miedo” pretendía tanto concienciar como activar a la comunidad, para que ésta pueda reconocer las situaciones de maltrato y violencia infantil, de tal forma a que, en base a la normativa vigente y a los Derechos de las Niñas y los Niños, se pudiera accionar proactiva y efectivamente en defensa del niño, adolescente, joven o adulto que “vivía con miedo” [27], dentro o fuera del aula.

4.6. ¿Quiénes garantizaban la puesta en práctica de esta propuesta?

En un sistema educativo, como el paraguayo, desde un principio, quedó claro que se necesitaba que las máximas instancias de gobernanza del MEC[28] asumieran como propia esta Campaña y por eso la coordinación central del proyecto dependía del gabinete del ministro de educación, en coordinación con las otras instancias nacionales e internacionales vinculadas a esta iniciativa.

Entonces, la garantía de que esta propuesta se pusiera en práctica estaba dada por el hecho de que los principales referentes del MEC entendieran y apoyaran tanto los objetivos como la forma de trabajo que proponía “Aprender sin miedo”. Este compromiso se materializaba mediante reuniones de alta gerencia, mesas informativas, capacitaciones y talleres donde se socializaban los procesos y logros de la Campaña.

Igualmente, esta práctica se llevaba adelante en cada institución educativa, donde se conformaba un equipo impulsor, liderado por el director o la directora de la escuela. Este grupo de trabajo asumía la tarea de implementar la Campaña, con la finalidad de afianzar una práctica educativa paraguaya donde se aprenda “sin miedo”. Esta instancia, estaba integrada por directivos, docentes y familias, porque sólo así era factible instalar, mediante la colaboración de todos y todas, una Campaña que comprometiera «efectivamente» a la comunidad educativa con procesos de erradicación del miedo y el maltrato de las aulas, los patios y las casas donde se educaban los niños, niñas y adolescentes[29].

4.7. ¿Cuál era la didáctica de este proceso?

Ciertamente que es factible comprender y adherir a los postulados y principios de la Campaña “Aprender sin miedo”, pero igualmente caben interrogantes pedagógicos en el orden de «¿cómo se hace esto en la práctica escolar?» o «¿cuál es la propuesta didáctica de este proyecto?».

Básicamente, el enfoque didáctico de la Campaña, como se deduce de los ítems previos, se centró en una propuesta orientada a intervenciones experienciales, implementadas mediante talleres colaborativos, donde se facilitaba el compartir las propias vivencias; permitiendo a los docentes, niños, niñas, adolescentes y familias expresarse sobre aquello que les generaba miedo, desde situaciones de maltrato, acoso o violencia; para, luego, mostrar en qué consistía el Enfoque de Derecho y desde esta perspectiva se proponía abordar el tema del desarrollo personal, a partir de la apropiación de herramientas vinculadas a la autoestima, la resiliencia y el empoderamiento como ser humano[30].

Este formato didáctico trabajaba dentro de un «enfoque coparticipante», donde las personas se formaban «formándose» con los otros, es decir, al trabajar cada individuo su realidad o miedo subjetivo, éste contribuía efectivamente a que el grupo «se» forme, lo cual llevaba a que «mi superación personal» sea parte de las posibilidades de «superación particular del otro».

4.8. ¿Cómo era la trayectoria metodológica que seguía esta didáctica?

La Campaña contaba con un formato metodológico que desarrollaba la idea de “sentarse todos juntos a entender y buscar soluciones para una determinada situación de violencia, maltrato o miedo”. Este “sentarse” era literal, ya que se organizaban espacios de encuentro, donde alrededor de una mesa colaborativa, se congregaban los diferentes actores institucionales y, juntos, compartían actividades reflexivas, lúdicas, interactivas y resilientes, realizadas con la finalidad de que todos comprendieran que, para erradicar el miedo de la escuela, primero había que abordar los propios miedos y sus causas en la propia vida de cada uno[31].

Este enfoque llevó a que, los adultos compartieran abierta y espontáneamente sus vivencias, dado que las conversaciones y los ejercicios propuestos permitían un abordaje «socioemocional» del maltrato; facilitando que las personas, poco a poco, a medida que ganaban confianza, comenzaran a compartir vivencias propias de acoso o violencia, ya sea en el ámbito educativo, laboral o familiar.

En este sentido, la metodología de “pasar por la experiencia” de aquello que se propone “enseñar”, mostró ser la clave para motivar y formar a los educadores como agentes de los derechos de los niños, niñas y adolescentes; porque, luego, ese docente o esa madre, desde su propia vivencia[32], podía liderar intervenciones didácticas similares en el aula con los niños, niñas y adolescentes, generando procesos significativos que rompían con la lógica clásica de dar contenidos en clases frontales para que los chicos memoricen conceptos, sobre los cuales, finalmente, son evaluados, para que lleven tal o cual nota a la casa.

Con las familias, la Campaña trabajó a partir de la formación de capacitadores, los cuales estaban en cada localidad, con la tarea de organizar y realizar actividades sistemáticas de “Aprender sin miedo”, las cuales llegaron a beneficiar a unos cinco mil padres y madres de familia. Estas actividades consistían, básicamente, en encuentros experienciales, en las escuelas, al final de la tarde, con una duración de entre dos y tres horas. Lo que se hacía con las familias estaba organizado en torno a la idea de que los padres pudieran interactuar entre sí y con los docentes[33]; compartiendo juntos un mismo punto de interés: el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, que tenían derecho a educarse, en la escuela y en la familia, sin «miedo».

4.9. ¿Con qué medios didácticos se llevaba adelante esta metodología?

Como ya se explicó previamente, el enfoque y la metodología de la Campaña “Aprender sin miedo”, llevó a que los mismos actores implicados en el proceso, a partir de sus experiencias y en forma colaborativa, fueran produciendo, adecuando o mejorando los materiales didácticos de este proyecto[34], de los cuales el repositorio del MEC conserva los siguientes: “Referencias para aprender sin miedo. Material de apoyo para docentes”; “Manual Didáctico para la prevención e intervención del acoso escolar”; “Guía de Actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Nivel Inicial”; “Guía de Actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Primer Ciclo”; “Guía de Actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Segundo Ciclo”; “Guía de Actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Tercer Ciclo”; “Guía de Actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Nivel Medio”; “Manual Educando desde Nuestro Rol”; “Manuales para Desarrollar Talleres con Docentes”; “Protocolo de atención en Instituciones Educativas para casos de violencia entre pares y/o acoso escolar” y “Folletos, cartillas y brochures bilingües de difusión de Aprender sin Miedo”[35].

Como ya se dijo, todos estos insumos eran el producto de procesos de investigación-acción, de reflexión colaborativa y de una elaboración comunitaria asistida por técnicos. Así, por ejemplo, los integrantes de los cuatro equipos técnicos de la Campaña construían las Guías o Manuales, con el acompañamiento de especialista, teniendo como fundamento conceptual la propuesta temática de “Aprender sin miedo”. Estos materiales didácticos se elaboraban en un lenguaje accesible al público que iba dirigido, en el marco de un enfoque metodológico dinámico y participativo, que tenía como principio el abordar los temas propuestos desde una mirada empática y resiliente de los procesos educativos que se podían ver afectados por situaciones de violencia o maltrato[36].

Cabe señalar que, todo recurso que era producido en esta dinámica colaborativa, a partir de la experiencia, antes de ser impreso o puesto a disposición de la gente, era probado y mejorados en talleres de validación dentro de las comunidades, en estrecha colaboración con los docentes y las familias del lugar; pero, aun antes de ser puestos en práctica, en dichos talleres, se hacían experiencias empíricas de laboratorio, probando estos recursos didácticos con grupos de funcionarios del MEC central o con voluntarios de las escuelas de Capital[37].

Dicho de otra forma, a modo de cierre de este apartado, lo producido por la Campaña “Aprender sin miedo”, como insumos didácticos o materiales de trabajo, no eran el producto de hacer solitario de «gabinete» o «escritorio», alejados de la realidad de los protagonistas, sino que era una producción propia, paraguaya, desde la vivencia contextualizada y en diálogo con los aportes de los participantes y los especialistas[38].

4.10. En síntesis…

A lo largo de este relatorio, escrito en base a los datos proveídos por el informe del año 2012 “Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay”, mediante preguntas generadoras de orden pedagógico, se fueron exponiendo diversos argumentos en torno a la trascendencia y significancia de la Campaña “Aprender sin miedo”, un proyecto que se llevó adelante en el Paraguay, en respuesta a la realidad y problemática del “miedo” que genera el maltrato y la violencia infantil[39].

Este ejercicio de repasar sistemáticamente los principales aspectos pedagógicos de la Campaña, desde una mirada experiencial, permite comprobar que en “Aprender sin miedo”, a partir de una praxis, llevada adelante en Paraguay, se pueden inferir algunos de los elementos que hacen a un modelo educativo coherente, capaz de responder consistentemente a cuestiones pedagógicas básicas como ¿qué enseñar? ¿a quién? ¿mediante quiénes? ¿con qué medios? ¿cuándo? ¿en qué acuerdos basarse?

Así, lo relatado hasta aquí permite perfilar, en parte, la identidad de una PEDAGOGIA.py que pone énfasis en la hipótesis de que es posible, desde comunidades en territorios concretos, dar respuestas educativas -inculturadas y oportunas- a las situaciones existenciales de niños, niñas, adolescentes y adultos que viven con miedo por razones de maltrato o violencia.

En este sentido, cabe señalar que esta Campaña reafirma, conceptualmente, la idea de una PEDAGOGIA.py, la cual busca responder a las demandas de un ser humano complejo, que necesita de procesos educativos integrales para formarse. ¿Cómo? Pues, mediante trayectorias curriculares que se generen en escuelas paraguayas que sean una comunidad educativa, con una visión superadora de esa aula que antes de 1989 era vista como una simple cadena de ensamblaje en serie, es decir, un «aula-fábrica» donde alumnos y alumnas eran formateados como mano de obra o electores de un único líder; niños y niñas a los cuales había que transferirles un canon de contenidos homogéneos, para que luego, como adultos, cumplan tal o cual rol estándar en el engranaje social.

Así, dentro de una mirada de PEDAGOGÍA.py, “Aprender sin miedo” ha sido una contribución a que la escuela pública, en el Paraguay, se encamine a ser un espacio y tiempo pedagógico, donde la persona del niño, niña o adulto es la prioridad; lo que permite, por ejemplo, que si un alumno o docente «tiene miedo», la comunidad pueda reaccionar y accionar, usando las herramientas adecuadas, las cuales -en parte- son facilitadas por la Campaña. 

Dicho de otra forma, es una realidad que el niño o el adulto viven experiencias de «miedo», por diversos motivos y en distintas circunstancias, siendo una de ellas el maltrata o la violencia, que se pueden dar en el aula, la calle o el hogar. Este «miedo» genera un contexto emocional y social que, naturalmente, impiden el aprendizaje y el desarrollo integral de la persona. En este contexto de temor y vulnerabilidad, la PEDAGOGIA.py, según muestra este relatorio, es una forma de intervención orientada a un “aprender sin miedo”. PEDAGOGIA.py, dentro de la lógica de la Campaña “Aprender sin miedo”, es una «intervención intencional» desarrollada por docentes paraguayos, los cuales fueron acompañados por los equipos técnicos del MEC y las familias de los alumnos y alumnas beneficiarios de esta iniciativa educativa.

A modo de cierre de este apartado, cabe reiterar que la Campaña “Aprender sin miedo”, a pesar de ser una buena práctica y de haber contribuido positivamente a la labor de los docentes en el aula, no es “EL” modelo educativo paraguayo, pero, si es una buena pista para ir conociendo, desde la praxis, lo que significa PEDAGOGÍA.py

Observación

Estos ítems integran la PARTE 2 de un relatorio que se divide en tres entregas sucesivas [Parte 1: Sentido de volver a mirar la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 2: Presentación técnica de la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 3: Aprendizajes que dejó la Campaña “Aprender sin Miedo”].  El texto completo se encuentra, en formato PDF, en el apartado “Biblioteca” de este Blog.

INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS

Podés sumar tus preguntas y comentarios en la dirección de correo que se comparte a continuación, también, en el mismo E-mail, podés enviar algo de tu producción personal que quieras publicar en este Blog miradaspedagogicasparaguay@gmail.com


[1] Cfr.: Tünnermann Bernheim, Carlos (2008). Modelos educativos y académicos. Pp. 35 – 42. Ed. Hispamer

[2] Cfr.: Zubiría Samper, Julián (2014). Los modelos pedagógicos. Hacia una pedagogía dialogante. Ed. Magisterio

[3] Cfr.: Chamorro, Ubaldo; Perrota, Inés (1996). Hacia un Movimiento Pedagógico Nacional. Más allá de la reforma. Ed. Tape’a

[4] Cfr.: Plan Internacional (2010). Aprender Sin Miedo. Reporte del progreso de la campaña. Ed.

[5] Plan Internacional (2008). Aprender sin miedo. p. 7. Ed. Plan Limited, Chobham House

[6] Cfr.: Maletta, Héctor (2009). Epistemología aplicada. Metodología y técnica de la producción científica. Pp. 257 – 334. Ed. CIES-CEPES-UP

[7] MEC, PLAN, OEI (2012). Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay. Ed. MEC

[8] Cfr.: SNNAPARAGUAY (26 abril 2009). Aprender sin miedo. https://www.youtube.com/watch?v=vaGzqocufjo

[9] Cfr.: Ministerio de Educación y Ciencias (2011). Construyendo espacios educativos para una vida sin violencia. Ed. MEC

[10] Cfr.: BECA-GIZ-UNICEF-MEC (2011). Informe final Sistematización de las intervenciones e iniciativas de prevención de la violencia en el ámbito educativo. Ed. MEC

[11] Cfr.: Ramírez, Enid; Rojas, Rosario (2014). El trabajo colaborativo como estrategia para construir

Conocimientos. En: Revista Virajes, Universidad de Caldas, vol. 16, Nº. 1, pp. 89 – 101

[12] Cfr.: Mujica, Rosa María (2002). La metodología de la educación en derechos humanos. En: Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, vol. 36, pp. 341 – 364

[13] CDIA (27 abril 2011). Paraguay: Violencia hacia los niños, niñas y adolescentes https://www.cdia.org.py/2011/04/27/paraguay-violencia-hacia-los-ninos-ninas-y-adolescentes/

[14] Cfr.: MEC (2010). Guía de actividades para la prevención e intervención del acoso escolar. Nº 3, Segundo Ciclo. Ed. MEC

[15] Cfr.: Díaz Torres, Juan Manuel; Rodríguez Gómez, Juana María (2010). El papel del docente en las situaciones de violencia escolar. En: Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, vol. 40, Nº 1, pp. 53 – 68

[16] Cfr. Ceballos, Esperanza, Correa, Nieves, Rodríguez, Juan y Rodríguez, Guacimara (2007). Estudio exploratorio del conocimiento del profesorado de educación infantil y primaria para la identificación del maltrato infantil desde la escuela. En: Revista QURRICULUM, Nº 20, octubre, pp. 107 – 118

[17] Cfr.: Kant, Immanuel (2009). Sobre Pedagogía. Ed. Universidad Nacional de Córdoba 

[18] Cfr.: Zambrano Leal, Armando (2009). La pedagogía en Phillipe Meirieu: tres momentos y educabilidad. En: Educere – Universidad de los Andes, vol. 13, Nº 44, enero-marzo, pp. 215 – 226

[19] Cfr.: Ayala-Carrillo, María del Rosario (2015). Violencia escolar: Un problema complejo. En: Ra Ximhai – Universidad Autónoma Indígena de México, vol. 11, Nº 4, julio-diciembre, pp. 493 – 509

[20] Cfr.: Organización Mundial de la Salud (2020). Prevención de la violencia en la escuela. Manual práctico. Sección 4 “Trabajar sobre los valores y creencias con los docentes, y capacitarlos en técnicas de disciplina y gestión del aula positivas”, pp. 38 – 43. Ed. OMS

[21] UNICEF (2006). Convención sobre los Derechos del Niño. 20 de noviembre de 1989. Ed. UNICEF

[22] Cfr.: Plan Internacional (2010). Aprender Sin Miedo. Reporte del progreso de la campaña. Ed.

  Plan Internacional (2008). Aprender sin miedo. Ed. Plan Limited, Chobham House

[23] Cfr.: Ministerio de Educación y Ciencias (2020). Manual de promoción del buen trato. Guía para formadores. Ed. MEC

[24] Cfr.: Henderson, Han; Milstein, Mike (2005). Resiliencia en la escuela. Ed. Paídos

[25] Cfr.: Frabboni, Franco; Pinto, Franca (2006). Introducción a la pedagogía general. Ed. Siglo XXI

[26] Cfr.: MEC, PLAN, OEI (2012). Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay. Ed. MEC

[27] Cfr.: Secretaria Nacional de la Niñez y la Adolescencia (2015). Plan Nacional País. Paraguay y la protección de la niñez contra el abuso y todas las formas de violencia. La Nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible 2015 – 2030. Ed. SNNA

[28] Cfr.: Ministerio de Educación y Ciencias (2017). Caracterización de directoras y directores de escuelas públicas de Paraguay: entre el discurso y la puesta en acto de la política educativa. Informe de Investigación. Ed. MEC

[29] Cfr.: Organización Mundial de la Salud (2009). Prevención del maltrato infantil: qué hacer, y cómo obtener evidencias. Ed. OMS

[30] Cfr.: Paño Yáñez, Pablo; Rébola, Romina; Suárez Elías; Mariano (2019). Procesos y Metodologías Participativas. Reflexiones y experiencias para la transformación social. Ed. CLACSO

[31] Cfr. Ministerio de Educación y Ciencias (2010). Manual didáctico para la prevención e intervención del acoso escolar. pp. 22 – 25. Ed. MEC

[32] Cfr.: Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer​ (2008). Violencia doméstica en la lupa de los derechos humanos. Nudos y desafíos desde la experiencia de Cladem Paraguay.  Ed. Cladem.

[33] Cfr.: Sánchez, José; Ridaura, María; Arias, Cristina (2010). Manual de intervención para familias y menores con conductas de maltrato. Ed. Tirant lo Blanch.

[34] Cfr.: Ministerio de Educación y Ciencias (2011). Construyendo espacios educativos para una vida sin violencia. Ed. MEC

[35] Ministerio de Educación y Ciencias (Internet 2023). Erradicar y prevenir la violencia escolar. En: https://www.mec.gov.py/?ref=294978-publicaciones

[36] Cfr.: Tutores de resiliencia. Dame un punto de apoyo y moveré mi mundo. Ed. GEDISA

[37] Cfr.: Ozollo, Fernanda; Orlando, Marcela (2008). Elaboración de materiales de aprendizaje: de una secuencia líneas a una colaborativa. Ed. UNCuyo

[38] Cfr.: Ministerio de Educación de Chile (2019). Trabajo colaborativo y desarrollo profesional docente en la escuela. Ed. Mineduc

[39] Cfr.: Arrom, Cristina et al. (2022). Indicadores de abuso sexual infantil en niñas y niños de sectores vulnerables del Departamento Central y Asunción. Año 2020. En: Revista de la Sociedad Científica del Paraguay, vol. 27, Nº 2, diciembre, pp. 31 – 43

Todos tenemos Derecho a APRENDER SIN MIEDO. Pasos dados por la PEDAGOGÍA.py en la primera década del Siglo XXI (PARTE 3/3)

El Paraguay, a partir de la década de 1990, comenzó a transitar una prolongada transición política y socioeducativa, intentando dejar atrás un modelo de gobierno opresor y un sistema educativo autoritario, para llevar adelante un proceso de construcción democrática, donde el maltrato, la violencia o la disciplina del miedo ya no tienen lugar en la escuela pública paraguaya. La Campaña “Aprender sin miedo” fue parte de este transitar hacia una PEDAGOGÍA.py que tiene al bienestar integral del ser humano como su horizonte central.

Redactado por @MiradasPedagogogicas.py651_210 | 9 noviembre 2023

Palabras Claves: Comunidad – Educación – Escuela – Niñez – Violencia

PARTE 3/3 «Aprendizajes que dejó la Campaña “Aprender sin Miedo”»

5. Aprendizajes que dejó la Campaña “Aprender sin miedo”

5.1. Aprendizajes en “positivo”

La dinámica de trabajo llevada adelante por la Campaña “Aprender sin miedo”, permitió identificar algunos puntos fuertes y otros débiles que deben ser tomados en cuenta en la reconstrucción de una PEDAGOGÍA.py frente al miedo generado por las situaciones de violencia o maltrato en la escuela, la calle o el hogar[1].

Lo primero que cabe resaltar es que la Campaña colaboró positivamente en la instalación de la línea temática del Derecho de los Niños, Niñas y Adolescentes frente a las situaciones de violencia y maltrato infantil[2], en los cinco Departamentos en que se trabajó y en el MEC central.

Así, en esta línea, cabe señalar que, en los cinco Departamentos en que se implementó esta iniciativa se pudo constatar que la Campaña mostró ser una propuesta amigable, principalmente, porque se logró involucrar a todos los actores que debían participar, desde el Gabinete del Ministro hasta la mamá y el papá de ese alumno o alumna que iba a unas de las 715 escuelas en que se trabajó. En ese momento, la Campaña pudo contar con recursos suficientes, tanto humanos como materiales.

También, se pudo constatar que para el éxito de la Campaña “Aprender sin miedo” fue importante el hecho de que, dentro del Sistema Educativo, desde hacía varios años se venía implementando el Programa “Escuela Viva Hekokatúva”, el cual tenía un alto grado de coincidencia con la filosofía y el enfoque pedagógico propuesto por “Aprender sin miedo”. De hecho, los miembros de los equipos técnicos de la Campaña trabajaron, en todo momento, en coordinación con los diferentes grupos de especialistas, docentes y lideres de “Escuela Viva Hekokatúva”. En este punto es pertinente subrayar que, es altamente positivo y eficaz instalar en el territorio buenas prácticas que compartan una propuesta pedagógica y conceptual. Coincidencia que se da en este caso, ya que, por ejemplo, tanto “aprender sin Miedo” como “Escuela Viva” proponían un modelo de enseñanza que parte de la generación de un clima colaborativo, de confianza y en donde se promueven los Derechos del Niño y la Niña.

Otra consecuencia positiva de esta Campaña fue el fono-ayuda 147, un servicio de 24 horas para la recepción de denuncias, orientación, derivación y seguimiento de casos de maltrato, abuso y violencia contra niños, niñas y adolescentes. En esta misma línea, el MEC, a partir de lo hecho por la Campaña, creo la «Dirección de Protección y Promoción de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia», que hoy depende directamente del Gabinete del Ministro.

5.2. Aprendizajes en “negativo”

Así como se dieron logros, también se evidenciaron «pendientes de mejora», siendo el más relevante aquel que hace referencia al hecho de que, aun siendo “Aprender sin miedo” una iniciativa pedagógica exitosa en cinco Departamentos del país, no se pudo lograr que esta “metodología de erradicación del temor en el aula” llegara a universalizarse en el sistema educativo nacional. ¿Por qué razón? Pues, básicamente, por falta de financiamiento del Estado.

En la misma línea, mirando los «pendientes», vale aquí poner un especial énfasis en el principal componente de éxito de la Campaña, es decir, los «recursos humanos» y, sobre este elemento, cabe señalar que “Aprender sin miedo” dejó equipos y productos de calidad como capacidad instalada del MEC, pero, debido a los cambios de conducción en las esferas de alta gerencia del Ministerio, muchos de estos especialistas, terminaron en otras funciones o dependencias, que poco o nada tenían que ver con sus capacidades técnicas adquiridas en los varios años de trabajo dentro de la Campaña “Aprender sin miedo”, es decir, se dio un uso ineficiente de recurso valiosos.

Desde lo cotidiano del terreno escolar, otro aprendizaje concreto fue que, lo que no facilitó que “Aprender sin miedo” llegara a más departamentos fueron los mencionados cambios sucesivos en los ámbitos superiores de conducción del MEC. ¿Por qué afectaban a la Campaña estos cambios de conducción?  Estas «mudanzas de liderazgos», para la Campaña, implicaban tener que volver a sensibilizar, por ejemplo, al nuevo «Gabinete del Ministro», porque, muchas veces, al no estar «sensibilizada» la «nueva» máxima autoridad del MEC, no daba tiempo, por ejemplo, para que el MEC busque el apoyo político necesario para conseguir que se apruebe una línea de financiamiento propia para la Campaña a nivel país o se asignen los recursos humanos necesarios en los Departamentos, lo cual reducía el alcance y eficacia de la Campaña.

5.3. Aprendizajes globales sobre lo que se pudo haber hecho mejor

Poniendo en la balanza lo hecho, no cabe dudas de que la Campaña “Aprender sin miedo” forma parte de las buenas prácticas llevadas adelante a lo largo de la historia reciente de la educación paraguaya. Aun así, dentro de una mirada PEDAGÓGICA.py es pertinente identificar aquello que pudo ser hecho de una mejor forma y, en ese sentido, mirando en retrospectiva aquella época, cabe señalar que se debió haber dejado un registro más pormenorizado de todo lo que se hizo, porque lastimosamente mucho se reflexionó, debatió, planificó e hizo, pero, desde la oralidad o en el marco de vivencias a flor de piel.

Sin lugar a dudas que, como ya se señaló, había instrumentos, instancias y responsables de monitorear y dejar sentado lo que se hacía en “Aprender sin miedo”, pero, se debió cuidar de que esa documentación formara parte de un repositorio “digitalizado” del MEC, al cual se pudiera recurrir, cuando se quiere conocer o aprovechar las experiencias de buenas prácticas hechas en el Paraguay.

Igualmente, aunque existen publicaciones, informes y materiales audiovisuales, faltó pensar en un texto de producción colaborativa que recogiera el coral de voces de todos aquellos que participaron de la Campaña, no «informando» sobre lo hecho, sino en la línea de mostrar y demostrar que hay una PEDAGOGIA.py viva en las escuelas públicas del Paraguay y, que las comunidades que las integran son capaces de desarrollar iniciativas educativas de alto impacto en ámbitos sensibles de la formación de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.

5.4. Marco teórico dejado por “Aprender sin miedo”

La Campaña “Aprender sin miedo”, como ya se dijo, es una forma de respuesta educativa frente al miedo generado por las situaciones de violencia o maltrato en la escuela, la calle o el hogar. Además, es una experiencia que permite aproximarse a los principios, conceptos y estilos de una PEDAGOGÍA.py encarnada en actores, realidades y problemáticas del Paraguay contemporáneo.

En este último sentido, en un intento de contribuir a la reconstrucción teórica de la práctica, a continuación se rescatan algunos apuntes de lectura de lo que podría ser entendido como una serie de pistas válidas para pensar la PEDAGOGÍA.py en la actualidad.

No está demás decir que estas «pistas», mirando retrospectivamente la Campaña, son hipótesis, las cuales docentes, especialistas y ciudadanos deben validar desde el diálogo, el debate y la investigación. Motivo por el cual, aquí, lo que se pretende es “instalar el tema de la PEDAGOGÍA.PY”.

5.4.1.  PISTA 1 “Centralidad de la persona”

La revisión de la documentación de la Campaña permite constatar que esta iniciativa pone en el centro de su propuesta educativa a la persona del niño, la niña y el adolescente, para luego, en base a la experiencia y a los vínculos, ir sumando a la persona de los docentes, directivos y padres. Este «poner en el centro» a los diferentes actores de la escuela, lleva a la construcción de un andamiaje antropológico mínimo, donde el “Ser Humano” es un o una “Sujeto de Derechos”.

Aunque el alumno o la alumna, en una institución escolar asume el rol de «educando», esto no hace que él o ella pierdan su condición de «Sujeto de Derechos». Derechos que están orientados, pedagógicamente, a que los niños, niñas y adolescentes se desarrollen integralmente en un contexto seguro, estimulante y educativo. Esto, en la Campaña, se sostiene en la idea de que un individuo, se educa a lo largo de toda la vida y que, en el tiempo escolar, debe tener garantizada una trayectoria educativa que le facilite las condiciones necesarias para que pueda desarrollarse integralmente «sin miedo», ya sea en su condición de alumno, hijo o docente.

Otro factor que permite constatar la centralidad antropológica de la Campaña, como antecedente de una PEDAGOGÍA.py, es el hecho de que el criterio o motor de acción y progresión de esta iniciativa educativa, no estaba en un cronograma o un plan predeterminado que cumplir, sino en el «ritmo humano» dictado por las experiencias, exigencias, necesidades y oportunidades que se generan en el hacer con la gente. Hacer que se daba en los talleres, coloquios, laboratorios, monitoreos e implementaciones en campo, de donde salían materiales, acuerdos e iniciativas destinadas a que los «protagonistas reales» de la Campaña, menores y adultos de la comunidad, pudieran pasar por la experiencia positiva de “aprender sin miedo”.

En síntesis, una cosa es una instrucción, adiestramiento o conducción, que mediatiza un discurso de valoración de la persona y, otra, muy diferente, una praxis pedagógica desde el ser humano, para el ser humano y con el ser humano. La Campaña “Aprender sin miedo” se identifica con esta última tipología pedagógica.

5.4.2.  PISTA 2 “Lo escolar como espacio-tiempo contracultural”

En el año 2009, en plena puesta en práctica de la Campaña “Aprender sin miedo”, se recordaban las primeras dos décadas del retorno del Paraguay a una convivencia democrática. Poco a poco, aquella cultura de la instrucción militar basada en el «descuereo» [mandar hacer una serie de ejercicios físico como en el ejercito], el «akapete» [dar una palmada fuerte en la parte anterior de la cabeza] y el «nambiro» [golpecito seco que se da detrás de la oreja como si se chasquearan los dedos, pero al revés] iban perdiendo vigencia en el imaginario disciplinar de la sociedad paraguaya, es decir, esa «cuota mínima de violencia aceptada» para «corregir» ya se cuestionaba, tanto en el aula como en el patio o la casa. Dicho de otra forma, en el imaginario social pre-1989, «un poco de miedo no venía mal en la relación de enseñar – aprender», era una idea que no estaba bien manifestarla en voz alta, pero, si se admitía el hacerlo «para que las cosas funcionen».

Tomando estas últimas líneas, ubicando esta iniciativa en aquel contexto de época, cabe señalar que la Campaña, proponía la construcción de una «nueva cultura» [“contracultura”], en relación a la vigente hasta 1989 y al imaginario disciplinar instalado en la sociedad paraguaya. Pero, esta «contracultura», implementada en el espacio – tiempo escolar, no se limitada a las «fronteras del aula», sino que quería «derramarse» en la vida cotidiana de los niños, niñas, adolescentes y adultos, en decir, buscaba impactar en la misma sociedad paraguaya.

En este sentido, la Campaña le proponía a la escuela pública paraguaya que, tomara una postura concreta ante la «aún» vigente cultura de «paz y progreso». Esta «postura» consistía en que la escuela paraguaya elevara su voz pedagógica en favor de una «Nueva Cultura de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes». Derechos que se contraponían a toda justificación del maltrato infantil y adolescente, en la escuela o en el hogar. Una «contracultura del vivir/aprender sin miedo» que, desde los vínculos alumno-docente, alumno-alumno y alumno-familia, se contraponía con aquel «mito urbano» de que, si los niños, niñas y adolescentes eran «coptados» por el Enfoque de Derechos del Niño, los adultos «perderían el control» de la educación, lo cual conduciría a que la convivencia en las aulas y el hogar sean un caos, porque los chicos terminarían «perdiéndole todo el respeto» a sus docentes o a sus padres, los que ya no podrían «ejercer su legitima autoridad». Ciertamente que esto no pasó, por lo menos así como lo vaticinaron algunos sectores más vinculados a aquel remanente del imaginario cultural pre-1989.

Entonces, tomando como referencia lo que la Campaña generó en el aula, cabe suponer que, al poderse constatar que los «adultos docentes» reconocían que «no se puede educar desde el maltrato y la violencia»; que el miedo no es un «recurso didáctico» y que es posible desarrollarse, formarse y educarse “sin miedo”; aquellos alumnos y alumnas, con esa experiencia, pudieron comprender lo que significaba, en la práctica, ser una persona con Derechos y que esa misma calidad de trato humano “libre de miedo” era exigible a cualquier actor familiar, social o estatal.

En este sentido, ante la cultura del “acapeté” (forma de “llamar la atención” dando un golpe, no tan doloroso, en la cabeza, con la mano abierta, con una trayectoria ascendente) la Campaña proponía una “contracultura” de respeto irrestricto a la dignidad humana y al derecho a aprender sin miedo, a vivir sin miedo, dentro y fuera del aula.

5.4.3.  PISTA 3 “Currículo integral centrado en el valor de la dignidad humana”

La experiencia de “Aprender sin miedo” permitió profundizar la idea de que el currículo escolar, en todos los niveles y ciclos, no puede ser reducido a la suma de los contenidos que hacen a las diferentes asignaturas que integran un plan de estudios. La Campaña, desde los talleres, los materiales producidos y las experiencias llevadas adelante, demostró que se generan aprendizajes significativos o procesos educativos de calidad, a partir de contextos escolares resilientes, animados por docentes que en su práctica de aula, ponen el «acento» en el valor de la dignidad humana, lo cual se traduce en «subrayar» como «importante» todo aquello que implica contribuir pedagógicamente a que la persona se sienta como un «sujeto activo» en la construcción de una sociedad paraguaya justa, equitativa e inclusiva, donde se puede vivir y aprender sin miedo. Dentro esta perspectiva, se habla de un «curriculum escolar integral», donde los contenidos de las asignaturas se entrelazan con los contenidos vitales de aquellos que dan vida a las interacciones pedagógicas dentro del aula.

Este «currículo integral» está centrado en el valor de la dignidad humana, asumiendo como válida la hipótesis de que las propuestas que llegan al aula tienen que tomar en cuenta el mundo socioemocional de alumnos, docentes y familias, porque, como demostró la Campaña, la emoción del miedo «paraliza» o «aturde» a los sujetos que intentan aprender o desarrollarse. Dicho de otra manera, aunque muchos sostengan que el «miedo a una mala nota» puede ser una «gran motivación» para el alumno perezoso, tanto las neurociencias, como la psicología cognitiva y la misma Pedagogía, demuestran que no es posible proponer un «aprendizaje con miedo» cuando se declara y sostiene una política educativa fundamentada en la integralidad del ser humano o en garantizar el acceso democrático a una educación de calidad.

En síntesis, al centrar el currículo escolar en la dignidad humana se abre la perspectiva de integralidad de lo que pasa en el aula, donde, como diría Pestalozzi, se educa manos, corazón e inteligencia[3], motivo por el cual, el miedo al maltrato y la violencia, nunca puede ser parte del «paisaje escolar» paraguayo.

5.4.4.  PISTA 4 “Retroalimentar los procesos educativos”

En todo abordaje educativo es inevitable el preguntarse cómo se hace el seguimiento de los procesos educativos, cómo se evalúa, qué valor tiene esa información y para qué sirven esos datos; la Campaña “Aprender sin miedo”, en este sentido, dejó ver el sentido y alcance del concepto pedagógico de la «retroalimentación».

Durante la Campaña, en cada actividad propuesta, había un momento de “retroalimentación” de los procesos, es decir, por ejemplo, se trabajaba en base a informes de proceso, se le daba gran valor a la sistematización que se hacía por Departamentos y al seguimiento que realizaba una especialista paraguaya externa al MEC (una consultora contratada). De esta forma se iba realizando, sostenida, procesual y científicamente, la retroalimentación de la implementación y los avances de “Aprender sin miedo”, lo que equivalía a que cada paso dado, cada acción llevada a cabo y cada experiencia provocaba, era mirada como una oportunidad de aprender, crecer y lograr erradicar de la vida de alumnos, docentes y familias esa «naturalización del maltrato» que se asociaba con la «disciplina escolar», por ejemplo.

Aquí, como parte de una reconstrucción teórica – práctica de una PEDAGOGÍA.py a partir de un mirar con atención lo que sucedió en la Campaña “Aprender sin miedo”, es interesante recuperar algunas experiencias concretas de aquella iniciativa. En este sentido, cabe señalar que, a partir de finales de 2009, ya con un cierto camino recorrido en las comunidades locales y con el apoyo técnico del MEC central, los cuatro equipos de la Campaña incorporaron procesos de evaluación participativa a la rutina de trabajo de los talleres y encuentros locales, lo que se tradujo en que muchos de los materiales que formaron parte de “Aprender sin miedo” fueran revisados y ajustados con los mismos actores locales, los cuales ayudaban a valorar la pertinencia y alcance de los temas que se proponían para trabajar, por ejemplo, con las familias.

En 2011 se hizo el “monitoreo” de la Campaña a través de visitas a las escuelas y mediante talleres de retroalimentación con 150 coordinadores, supervisores y técnicos pedagógicos y administrativos y asesores jurídicos del MEC[4]. En el mismo año se hizo un estudio sobre violencia en las escuelas con una población de 1.200 alumnos y alumnas de Guairá y San Pedro.

Posteriormente, ya fuera de “Aprender sin miedo”, pero como parte del seguimiento de las Políticas Públicas del Estado, que se generaron a partir de la Campaña, se realizó y publicó en 2012 el estudio “Aproximación a un diagnóstico de la educación en Derechos Humanos en el MEC”[5], donde, en el Capítulo 1 “Políticas Educativas” se hace referencia al «Desarrollo Integral de la Primera Infancia” y ahí está contenido el trabajo de la Campaña. Luego, en el año 2014, el MEC hizo un “Estudio exploratorio sobre Maltrato Escolar en Paraguay”[6], en los cinco Departamentos donde se llevó adelante la Campaña de “Aprender sin miedo”, más los Departamentos de Central e Itapúa.

Todas estas acciones, los datos generados y los materiales producidos «retroalimentaron» a las comunidades, a las escuelas y a los equipos que trabajaban pedagógicamente en la erradicación del maltrato y la violencia dentro de las instituciones educativas.

5.5. Algunas conclusiones en torno a APRENDER SIN MIEDO como una respuesta a la violencia y el maltrato infantil desde la PEDAGOGÍA.py

Todo lo descripto y argumentado hasta aquí, permite suponer que la Campaña “Aprender sin miedo” forma parte de un extenso y, tal vez, poco difundido catálogo de buenas prácticas educativas llevadas adelante a lo largo de la historia reciente del Paraguay.

Lo hecho en esta Campaña, muestra a una escuela pública paraguaya capaz de generar, pedagógicamente, «contracultura» ante imaginarios sociales y prácticas cotidianas que atentan contra la dignidad del ser humano y la integridad de la persona. 

Igualmente, como se dijo en diferentes puntos de este breve relatorio, “Aprender sin miedo” forma parte de una «constante» en la educación paraguaya, la cual se refiere a maestros y maestras, de alumnos y familias que, así como los guaraníes, buscaban la “tierra sin mal” [Yvymarae´ÿ]; la cual hoy está representada en la idea de una comunidad educativa comprometida con la búsqueda de calidad, equidad, justicia e inclusión, dentro y fuera del aula.

Otra «derivada» que emerge a partir de lo recuperado sobre lo que fue y dejó la Campaña “Aprender sin miedo” es la sensación de que, con sus luces y sombras, iniciativas, programas y proyectos como este, una vez que se acaba el apoyo presupuestario o hay un cambio en la conducción del organismo de estado que lo implementa, se deja de hacer y, peor aún, no se toma como referencia para otras acciones similares. Esto se traduce en un desaprovechamiento «reiterado» de la capacidad instalada del país, se truncan las posibilidades de reconstruir, efectivamente, una pedagogía con identidad paraguaya y, además, se deja de optimizar los magros recursos que el Presupuesto General de la Nación le destina a este tipo de problemáticas, porque, todos «lamentan» el maltrato infantil, pero, cuando tienen la posibilidad de sostener una «buena práctica educativa», no lo hacen.

Igualmente, desde lo netamente pedagógico, cabe señalar que para poder generar teoría de la educación y prototipos didácticos, se requiere de un proceso de identificación, acopio, ordenamiento, sistematización, digitalización y socialización de los procesos, experiencias y políticas educativas que surgen del aula o que desde medidas macroinstitucionales afectan a la escuela. La Pedagogía, como ciencia centrada en la formación de los seres humanos, requiere de información, estructurada científicamente y, en le caso de la Campaña “Aprender sin miedo”, como en otras buenas prácticas, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), sigue disponibilizando un repositorio sumamente precario, para los fines de la investigación y el desarrollo teórico de una PEDAGOGÍA.py

Una nota de color «local»: lo que aquí se dice sobre esta Campaña es igualmente aplicable a muchas otras iniciativas que se vienen dando en el Paraguay desde los años de la Reforma Educativa de 1993, por lo cual, escribir sobre “Aprender sin miedo” no significa subestimar o menoscabar esas otras experiencias, las cuales deben ir siendo recuperadas y puestas en valor, sólo así será posible reconstruir la PEDAGOGÍA.py que hoy el sistema educativo nacional reclama.

Finalmente, hay mucho más que seguir pensando y haciendo entorno a la PEDAGOGÍA.PY desde la recuperación pedagógica, social e institucional de esta Campaña “Aprender sin miedo”. Recuperación y puesta en valor que queda como compromiso y tarea de todos aquellos que intentan hacer realidad ese “Yvymarae´ÿ de una educación paraguaya”.

Observación

Estos ítems integran la PARTE 3 de un relatorio que se divide en tres entregas sucesivas [Parte 1: Sentido de volver a mirar la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 2: Presentación técnica de la Campaña “Aprender sin Miedo”; Parte 3: Aprendizajes que dejó la Campaña “Aprender sin Miedo”].  El texto completo se encuentra, en formato PDF, en el apartado “Biblioteca” de este Blog.

INVITACIÓN A SEGUIR PENSANDO JUNTOS

Podés sumar tus preguntas y comentarios en la dirección de correo que se comparte a continuación, también, en el mismo E-mail, podés enviar algo de tu producción personal que quieras publicar en este Blog miradaspedagogicasparaguay@gmail.com


[1] Cfr.: Bauman, Zygmunt. (2010). Miedo Líquido. La sociedad contemporánea y sus temores. Ed. Paidos.

[2] Cfr.: Plan Internacional (2018). Los derechos de los niños, niñas y jóvenes a vivir libres de violencia. Ed. Plan

[3] Cfr.: Soëtard, Michel (1994). Johan Heinrich Pestalozzi. En: Perspectivas, Revista trimestral de educación comparada, Nº 1-2, 1994, pp. 299 – 313

[4] Ministerio de Educación y Ciencias; PLAN; OEI (2012). Aprender sin miedo. La experiencia en Paraguay. Ed. MEC

[5] Ministerio de Educación y Ciencias (2012). Aproximación a un diagnóstico de la educación en derechos humanos en el MEC. Ed. MEC

[6] Ministerio de Educación y Ciencias; PLAN; BECA (2014). Estudio exploratorio sobre Maltrato Escolar en Paraguay. Ed. MEC

Sergio Arzola, un gran educador chileno que ayudó a pensar la formación docente paraguaya a inicios de la Reforma Educativa de 1993

El actual proceso de construcción de la PEDAGOGIA.py es una invitación a recuperar la memoria de aquellas ideas, experiencias y personas que han contribuido a afianzar una educación paraguaya con identidad propia. Una de esas personas, fue un gran educador chileno, que vino de las tierras andinas para colaborar con la Reforma Educativa de 1993, el Dr. Sergio Arzola, un amigo del Paraguay que falleció a finales de enero de 2023 y al cual, aquí, se lo recuerda en primera persona, desde la pluma de un educador paraguayo que supo ser su amigo y su compañero de ruta.

Redactado por MiradasPedagogicas.Py@540_201 | 1-noviembre-2023

Conceptos Claves: Autoestima – Docente – Pedagogía – Psicosíntesis – Sergio Arzola

Sergio Arzola Medina, Doctor en Administración Educacional, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la Universidad La Sorbonne, Francia; de la Universidad Católica de Francia y de la Universidad de Laval, Canadá, y vicepresidente de la Asociación Mundial de Ciencias de la Educación. Coordinador del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación. Facultad de Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile.

El profesor es capaz efectivamente de influir en el otro por una vía, que es el cariño, el amor, para lograr que el alumno piense por sí mismo” Sergio Arzola

In memoriam del maestro Sergio Arzola

En 1992 dejé la docencia en Educación Media para dedicarme de lleno al programa de capacitación de docentes de la Fundación En Alianza, atraído por la libertad y el apoyo para desarrollar nuevas opciones y líneas de formación que apuntaban a la interioridad de las personas, que es el lugar donde se producen los verdaderos aprendizajes de vida.

Aquellos, fueron años intensos, y tuvimos experiencias, maestros y maestras que contribuyeron sustancialmente al desarrollo de una especialidad de intervención educativa en grupos de aprendizaje. Uno de los resultados consistió en un proyecto de talleres de desarrollo autoestima para docentes, que logró la participación de alrededor de 8.000 docentes en dos años.

Si bien utilizábamos un enfoque que fue integrando orientaciones diversas, una de las estrategias fundamentales estuvo inspirada en las enseñanzas de Sergio Arzola y Carmen Collarte[1], entre los años 1993 y 1994 aproximadamente. Ellos trabajaban en el programa de postgrado de la Universidad Católica de Chile y, fueron pioneros en el desarrollo de formación con grupos utilizando el enfoque de la Psicosíntesis.

Esta propuesta terapéutica, desarrollada en Italia por Roberto Assagioli hacia 1910[2], incorpora un concepto que, hasta hoy la psicología académica rechaza: la experiencia humana es integral, y junto a los aspectos físicos, cognitivos, sociales y emocionales, el sentido de la vida se afinca principalmente en el aspecto espiritual. Y el espíritu, como diría Wilber[3], no utiliza el ojo físico ni el ojo de la mente para el conocimiento, sino un ojo propio: el de la experiencia espiritual. 

Sergio y Carmen eran educadores de alma. Tenían el halo de padres amorosos, respetuosos y delicados con el proceso de cada persona. Pero cuando tenían que confrontarnos a nuestras contradicciones y resistencias, sabían hacerlo con implacable dulzura. Aprendimos a mirarnos hacia adentro, a explorar nuestras experiencias infantiles tempranas, nuestras relaciones, nuestros bloqueos y aquellos patrones de conducta que, repetidamente, nos convertían en seres infelices. Con estrategias sencillas, como las imaginerías guiadas, el trabajo de plasmar experiencias interiores con dibujos, plastilina o collage. Aprendimos cómo usar creativamente las características propias de los hemisferios cerebrales, cómo generar contención, seguridad y respeto en un grupo para que las personas se animaran a abordar sus experiencias más íntimas y celosamente guardadas.

Sergio me ayudó a entender que la pedagogía tiene mucho que ver con la profundidad de la experiencia humana, que tiene poco que ver con técnicas didácticas, materias, programas, exámenes, y toda la parafernalia del ritual escolar[4]. Que la educación es esencialmente un contacto entre almas, un reconocimiento entre seres humanos imperfectos y limitados, lanzados hacía el desarrollo de una conciencia superior[5].

Este proceso me ayudó a entender un tema personal recurrente, que nombraría como “síndrome del segundo hijo”. El hijo que no quiere molestar, que no quiere disputar el espacio concedido al privilegiado, pero a veces problemático, primogénito. No crear problemas, pasar desapercibido, sentarse al fondo de la clase, nunca destacarse demasiado. Una especie de “vice” para todo. Me vi solo, en un rincón del patio de mi casa de infancia, sentado en mi pequeño triciclo por horas, sin levantarme siquiera para hacer mis necesidades. Desaparecido. Desconectado de mis emociones, en “punto muerto”. Y a la vez, la “sombra” en mi vida posterior, opciones radicales de cambio, separaciones, todo el sufrimiento evitado a mis padres antes, volviendo incontenible y multiplicado después. Y en esta forma dolorosa y exultante de crecer, Sergio, está tu inspiración, tu mano amorosa, y tu disconformidad con el acomodo emocional.

No puedo olvidar tampoco que fue Carmen, mirándome profundamente, quien me dijo que la relación con mi pareja estaba lo suficientemente madura para traer una vida al mundo. Así nació Ale, mi tercer hijo.

Me hace mucho bien recordarles. Sergio partió de este mundo en enero de este año. Asumo que será como un viaje de investigación de otras dimensiones para su alma inquieta. Carmen está por Chile, aunque lamentablemente no tengo contacto con ella en este momento para decirle que la extraño. Pero están aquí, conmigo, como en aquellos años. No me jodan con eso de la muerte o la distancia. No existen. 

Textual de Sergio Arzola para los tiempos de Reforma Educativa[6]

“Mi preocupación se expresa en un interrogante… sí podemos, con relativamente y discutible seguridad, afirmar que disponemos de diagnósticos que nos permitan programar acciones, ciertas normativas que obligan a determinar contenidos mínimos y objetivos transversales… ¿Sabemos hacia dónde vamos? ¿Con qué juventud nos encontramos? ¿Cómo podemos medir el éxito en los logros?”

“Es adecuado y justo preguntarse por qué, pero cada vez se hace más pertinente preguntarse ¿Modernizar para qué? Ello no sólo es pertinente, en educación es necesario”

“Suponemos que un aspecto importante de la evaluación de la acción escolar es saber lo que pasa después que ellos se van de la escuela. Más aún, lo que pasa después es un buen criterio para reconocer la calidad y equidad de nuestro sistema educativo”

“Un actor pedagógico es un actor que cree en lo que hace y en quienes coparticipan”

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[1] Cfr.: Arzola, Sergio; Collarte, Carmen (2009). Sustentabilidad del cambio: Las prácticas docentes. En: Revista Pensamiento Educativo, Vol. 44-45, pp. 99 – 117

[2] Assagioli, Roberto (2010). Psicosíntesis. Ser Transpersonal. El nacimiento de nuestro ser real. Ed. Gaia

[3] Wilber, Kan (2022). Psicología integral. Conciencia, espíritu, psicología, terapia. Ed. Penguin Random House

[4] Arzola, Sergio (2019). El Saber Experiencial de los Pedagogos: Análisis de un Olvido. Ed. Académica Española

[5] Arzola, Sergio (2020). Maestros y Educadores. Olvido y rescate de su saber Experiencial. Ed. Ril Editores

[6] Arzola, Sergio (1995). ¿Hacia dónde?: Un itinerario del que podemos aprender. En: Revista Pensamiento Educativo, Vol. 16, año 1995, pp. 150 – 173